Reflujo gastroesofágico
La enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE) es un padecimiento crónico que se estima que afecta a alrededor del 11.9% de los mexicanos. El paciente puede manifestar sensación de ardor o quemadura atrás del esternón y regurgitaciones o regreso del alimento al esófago o a la garganta y producción excesiva de saliva, que suelen presentarse después de haber comido, al agacharse, practicar ejercicio o estar acostado.
Los síntomas más comunes son la pirosis, una sensación de quemazón o ardor detrás del esternón hasta el cuello, más frecuente con ciertos alimentos como grasas, chocolate, alcohol, café y tabaco, la dificultad para deglutir alimentos, sequedad de boca, tos crónica o asma y, en ocasiones, sangrado oculto por úlceras en la mucosa esofágica, sabor amargo o agrio en la parte posterior de la garganta, eructos y distensión abdominal.
La ERGE dificulta conciliar el sueño o lo interrumpe continuamente. Esta condición muy común en ambos sexos y en algunas mujeres embarazadas por el aumento de la presión en el abdomen y ciertos cambios hormonales.
La posición del cuerpo luego de comer (una postura erguida previene el reflujo), la cantidad de comida (comidas pequeñas lo reducen) y el tipo de comidas (ciertas sustancias que irritan el esófago o debilitan el esfínter pueden causarlo).
La automedicación puede ser peligrosa, ya que se pueden generar complicaciones, como la estenosis esofágica, que se produce cuando el reflujo es grave y prolongado; úlcera péptica del esófago que se asienta generalmente sobre el esófago de Barret, y puede causar hemorragia aguda e incluso perforarse; hemorragia digestiva que suele manifestarse como anemia crónica, debido a la pérdida oculta de sangre en las heces, entre otras.
Entre las medidas recomendadas por el doctor Valdovinos están evitar factores que incrementen sus síntomas, como picantes, grasas, chocolates, café, alcohol, tabaco; fármacos que favorecen la incompetencia del esfínter esofágico inferior y no ingerir alimentos en las tres horas previas a acostarse. Se aconseja usar prendas holgadas para evitar la compresión a nivel del abdomen, elevar la cabecera de la cama y cuidar el peso.
Fuente: Departamento de Comunicación y Contenido, TodoEnSalud.org
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