lunes, abril 23, 2007

Terapias alternativas: Enfermedad de Meniere (Dra. Margarita Madrid Guillen)


Trastorno caracterizado por vértigo prolongado, pérdida auditiva y zumbido de oídos. Es una alteración del oído interno. La endolinfa se mueve en el laberinto membranoso y canales circulares del oído interno. Cuando la cabeza se mueve, también este líquido lo hace y envía la información respectiva al cerebro. Cambios en el volumen de la endolinfa, inflamación o ruptura del laberinto originan los síntomas. Se desconoce la causa, pero algunas posibles son contaminación por ruido, infecciones virales, deficiencias vitamínicas y minerales y otros factores más, por lo que cada caso debe individualizarse para conocer su origen e instituir el tratamiento adecuado.

Estos síntomas y la sensación de dolor o presión en el oído afectado aparecen bruscamente, duran varias horas y pueden presentarse diario o una vez al año. Algunas personas sólo experimentan vértigo ligero; otras, grave, que les obliga a sentarse o acostarse, y zumbido intenso. Puede haber dolor de cabeza, náuseas, vómito o diarrea. La audición se recupera entre los ataques y mejora, progresivamente. La enfermedad suele empezar entre los 20 y 50 años de edad y afecta a hombres y mujeres, a veces en un solo oído, pero en un 15 por ciento de los casos, a los dos.

No existe tratamiento curativo, pero sí para reducir o suprimir síntomas como los zumbidos. El ejercicio mejora la circulación sanguínea y se debe reducir la ingesta de sal, alcohol, ácido acetilsalicílico, cafeína y nicotina. Entre los más usados, están el ayurvédico, combinado con herbolaria; masaje detrás del oído con aceite de sésamo para reducir el zumbido de oídos, y colocar tres gotas de aceite de ajo dentro del oído. En homeopatía, el tratamiento es de acuerdo a los síntomas de cada paciente, mientras que en acupuntura, se tratan puntos acupunturales en la oreja: riñón, sistema simpático, corazón, occipucio y suprarrenal para aliviar el vértigo.

En aromaterapia, aceites esenciales, como geranio, lavanda y sándalo que se pueden añadir al agua de baño. La quiropráctica y osteopatía alinean la cabeza, mandíbula y cuello para aliviar las restricciones de movimiento y los terapeutas cráneosacros mueven suavemente los músculos de cráneo para tratar la presión en la cabeza.

La herbolaria recurre al Ginkgo biloba para mejorar la circulación sanguínea, sobre todo, la cerebral; el fenogreco reduce los zumbidos de oídos; la manzanilla favorece la relajación y ayuda a dormir mejor. En reflexología, se estimulan puntos de columna cervical, oído y cuello, situados en manos y piel, para aliviar los zumbidos, al igual que el yoga, taichi y chi kung, para reducir el estrés.

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