La contaminación urbana, ocasionada principalmente por automóviles, que incluye ozono, óxido de nitrógeno y dióxido de azufre, empeora los síntomas nasales, tanto en pacientes con rinitis alérgica como en personas que no la sufren. La combustión de diesel puede aumentar la formación de lgE e inflamación alérgica. La aspirina y otros medicamentos antiinflamatorios también provocan el padecimiento y asma bronquial que están íntimamente relacionados, al igual que con sinusitis y conjuntivitis alérgica.
La alergia surge de la inflamación nasal y aumento de algunas células sanguíneas. La hiperactividad nasal se acompaña de estornudos, congestión y secreción abundante y constante. En pacientes con rinitis alérgica persistente, la exposición a sustancias alergenas varía durante el año. En épocas cuando la exposición es mínima, a pesar de no tener síntomas, persiste la inflamación de la mucosa nasal que, en muchas ocasiones, no se limita a las vías respiratorias superiores, sino que se asocia con asma bronquial.
La evaluación clínica encuentra, regularmente, secreción nasal abundante y constante, acompañada de obstrucción al paso del aire, estornudos y comezón en el interior de la nariz y, probablemente, en la comisura interna de los ojos, oídos, garganta y piel, con predominio matutino, aunque suele mejorar por la noche. Si el problema es persistente y crónico empeora la secreción, se vuelve espesa y hay obstrucción nasal severa y constante, de día y de noche.
Por la naturaleza de la enfermedad y la reversibilidad de la obstrucción al paso del aire, el diagnóstico del asma cuando está presente, al mismo tiempo, puede ser difícil.
El manejo de la enfermedad incluye eliminar sus causas, controlar el medio ambiente y suprimir los alergenos, incluyendo ácaros del polvo doméstico, como estrategia importante para su tratamiento, junto con medicamentos seguros, efectivos y de fácil administración; otras veces, puede ser necesaria la intervención del inmunólogo y la educación del paciente, higiene personal y del entorno.
El manejo en la medicina alternativa tiene grandes oportunidades. La herbolaria posee algunas plantas medicinales que reducen la hiperactividad desde las vías aéreas; el naturismo ofrece alimentación rica en antioxidantes, libre de productores de moco, con abundantes vitaminas y minerales. Sesiones de acupuntura, aromaterapia, jugoterapia y ayunos prometen reducir o hasta eliminar la enfermedad.
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