lunes, abril 28, 2008

Terapias alternativas: Golpe de calor (Dra. Margarita Madrid Guillen)

Llamada también golpe de sol o hiperpirexia. A veces, aunque no siempre, el inicio es repentino y precedido por síntoma y signos como dolor de cabeza, mareo, vértigo y malestar general. La transpiración o sudoración está disminuida y la piel caliente, enrojecida y, habitualmente seca; el pulso aumenta rápidamente y puede alcanzar hasta 160 a 180 pulsaciones por minuto, al igual que la frecuencia respiratoria, aunque es poco frecuente que se altere la presión arterial.

Tras el problema, el paciente sufre desorientación y luego pérdida de conciencia y hasta convulsiones. La temperatura corporal aumenta rápidamente hasta 40-41oC y siente como si se quemara. Un colapso circulatorio puede preceder a la muerte tras horas de temperatura extrema. Los sobrevivientes pueden presentar lesión cerebral permanente.

Una piel caliente, seca, enrojecida, temperatura corporal elevada y pulso rápido en una persona expuesta a un ambiente caluroso suelen bastar para distinguir el golpe de calor de una intoxicación alimentaria, química o farmacológica. Es una urgencia médica grave que debe tratarse de inmediato y en forma enérgica para evitar convulsiones y muerte o lesión cerebral permanente. Temperatura de más de 41oC es signo de mal pronóstico, un grado superior es mortal. Edad avanzada, debilidad o alcoholismo empeoran el pronóstico.

Estas reacciones moderadas o graves a temperaturas elevadas se deben a la respuesta inadecuada o inapropiada de los mecanismos de regulación del calor. La exposición prolongada a temperaturas ambientales altas puede conducir a pérdida excesiva de líquido y a shock por deshidratación que, junto con sudoración excesiva, vómitos y diarrea, predisponen a ambas situaciones. Humedad elevada, ejercicio intenso y ropas gruesas contribuyen a ello.

Cuando el hospital se encuentra lejos, debe envolverse al paciente en sábanas húmedas, sumergidas en agua fría o helada hasta trasladarlo al servicio médico. En el hospital, se establecen medidas de control más precisas y se vigila constantemente la temperatura para evitar cambios abruptos. Es indispensable el reposo en cama durante varios días. El paciente puede presentar variaciones en la temperatura durante algunas semanas.

El sentido común es la mejor prevención. Deben evitarse ejercicios extenuantes en un ambiente muy cálido o en espacios ventilados incorrectamente, usar ropa pesada y aislante, restituir la pérdida de líquidos y electrolitos que suele ser imperceptible en un aire muy caliente y muy seco, mediante la administración oral continua de líquidos de sabor ligeramente salado; cuando no pueda evitare el ejercicio en ambiente cálido, debe intentarse establecer líquidos y sales minerales, mantener baja la temperatura de la piel, comer frutas y verduras frescas, agua de fruta poco endulzada y cuidar a niños y adultos mayores.

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