martes, septiembre 30, 2008

Salud al día

Cáncer: granzimas, puerta de solución

Un estudio publicado en «Proceedings of the National Academy of Sciences» aclara el mecanismo por el cual las granzimas, enzimas especiales del sistema inmune capaces de provocar que las células infectadas se suiciden, entran en las células infectadas y las destruyen. Estos resultados abren la puerta a futura investigación sobre terapias para el cáncer e infecciones víricas crónicas.
Las células T y las asesinas naturales (NK) se especializan en hallar células infectadas por cáncer y diversos virus. Estas células producen granzimas. Al identificar una célula infectada, se «cuelan» de alguna forma a través de la pared celular. Una vez dentro, inducen a la apoptosis o autodestrucción de la célula infectada. Los científicos llevan mucho tiempo dilucidando el mecanismo por el que las granzimas entran a las células infectadas y proponen dos modelos posibles.
1.- Las granzimas (GzmB) son transportadas por la pared celular. Para ello, deben unirse al heparán sulfato (HS) de la superficie celular. Esta teoría está bien fundamentada, pero se sabe que la unión de las GzmB al HS puede causar efectos secundarios no deseables. Así, para aplicar un tratamiento basado en GzmB a seres vivos habría que encontrar un mecanismo alternativo.
2.- Las GzmB se «cuelan» a través de agujeros que hace una molécula, llamada perforina, en la pared celular durante el ataque de la célula asesina. Los poros creados por la perforina son diminutos y permanecen abiertos un tiempo breve, por lo que los científicos apoyan, en su mayoría, esta teoría.
Durante el transporte, las granzimas pueden dañar a las células sanas. Sin embargo, no se pueden acumular en las células sanas si sólo penetran a través de los poros abiertos por la perforina, segregada por las células T o las NK.
Científicos de la Sociedad Max Planck, de Alemania, encontraron indicios que avalan el modelo de entrada a través de los poros utilizando una variante de las GzmB que no se unen al HS y es, por lo tanto, incapaz de lograr el transporte a través de la membrana. A pesar de esta limitación, Dieter Jenne explicó que «se observó que las células asesinas no eran menos efectivas [...] También pudimos demostrar que los poros son lo suficientemente grandes como para permitir la entrada de bastantes granzimas en la célula antes de que se cierren los orificios».
El estudio amplía de manera significativa la perspectiva de terapias basadas en las granzimas. Florian Kurschus explicó que «lo más apasionante de estos resultados no es que, finalmente, consiguieran responder a una antigua cuestión, sino que nuestras variaciones en las granzimas, junto con el conocimiento de que los agujeros de la membrana son el medio más importante para penetrar en la célula, pueden originar mejores métodos de lucha contra los virus y el cáncer».

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