Afectan, poco a poco, al organismo, por lo que es importante conocerlas y tomar medidas preventivas para evitarlas. Durante mucho tiempo no dan molestias importantes, pero van dañando órganos vitales, por lo que, al progresar, pueden causar la muerte. Ejemplo de ellas son hipertensión arterial, arterioesclerosis, diabetes, artritis y cáncer. Padecerlas está determinado por factores como herencia, tipo de alimentación, actividad física, estrés y obesidad, entre otros.
La hipertensión arterial o presión alta es una enfermedad en la que aumenta la fuerza o presión que empuja la sangre dentro de los vasos sanguíneos, debido a su endurecimiento y rigidez, a lo que se suma retención de líquidos corporales. De evolución lenta, daña venas, arterias y corazón hasta ocasionar la muerte. Puede ser hereditaria y prevenirse. Hay factores que pueden favorecer su presencia, como obesidad, inactividad física, hábitos alimentarios erróneos, como el consumo excesivo de sal que ocasiona retención de agua; grasas y colesterol que el cuerpo no puede usar y se depositan en las arterias; angustia y tensión nerviosa; factores hereditarios; consumo de alcohol y tabaco, asociados a los ya citados.
¿Cómo se puede sospechar que una persona tiene hipertensión arterial?. Cuando hay dolor de cabeza, desmayos, zumbido de oídos, ver lucecitas, aumento en la intensidad y frecuencia cardíaca (palpitaciones), falta de aire, sensación de opresión en el pecho, angustia o nerviosismo y sangrado por la nariz espontáneo y frecuente. Estos signos son leves en su inicio, pero aumentan si no se controlan. Pueden presentarse aisladamente o en conjunto y haber complicaciones, como infartos, obstrucción o ruptura de vasos sanguíneos cerebrales, del pulmón o riñón, dejando daño en el organismo, como parálisis de brazos y piernas, ceguera, dificultad o pérdida del habla y, finalmente, la muerte.
Entre las medidas preventivas están evitar sobrepeso, inactividad y estrés, llevar un programa de ejercicio físico, cambiar hábitos alimentarios sobre todo el consumo de sal y alimentos salados y grasosos. Asistir, regularmente, al médico para realizarse un chequeo periódico. Consumir abundantes frutas y verduras frescas y crudas, jugos diuréticos, como piña con apio, perejil y chayote, agua de jamaica y té de cola de caballo con doradilla.
La arterioesclerosis es una enfermedad que daña a las arterias que son los vasos sanguíneos donde viaja la sangre y consiste en la acumulación de grasa provocando endurecimiento y engrosamiento de las paredes y, como consecuencia, pérdida de su elasticidad que dificulta la circulación sanguínea, causada por la obesidad, dieta inadecuada, comer en exceso alimentos de origen animal, ricos en colesterol y grasa, y no realizar, con frecuencia, ejercicio físico. Se manifiesta con dolores de cabeza, alteración de la conducta, presencia de venas visibles, engrosadas y duras, dolor y enfriamiento en piernas y pies y puede haber obstrucción de algunos vasos que provoquen parálisis de piernas y brazos.
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