lunes, diciembre 08, 2008

Salud y alimentación

Legumbres

Las legumbres, especies de la familia de las leguminosas y cuyo número es de casi 20 mil, han resultado, a través de la historia, indispensables en la dieta diaria del hombre. Incluso, en la Biblia hay registros de estos productos como base de distintas culturas.

Lentejas, garbanzos, habas, frijoles, chícharos y soya, tienen gran poder nutricional, no contienen grasa, pero sí fibra que beneficia al sistema digestivo, al eliminar toxinas.
Son pequeñas, algunas llegan a medir sólo un milímetro y cuentan con una variedad de nutrientes, sumamente saludables para el organismo. Son bastante parecidas entre sí en cuanto a composición nutricional, cuya proporción sólo varía un poco en el cacahuate y la soya, donde el contenido de lípidos es de 18 por ciento, frente a un 4, en el resto de ellas.

Entre los beneficios que proporcionan al cuerpo, se encuentran:

  • Lentejas. Pueden utilizarse en casos de anemia o en enfermos en estado de convalecencia, ya que contienen hierro.
  • Chícharos. Son buenos para la alimentación infantil, al aportar vitaminas. 
  • Habas. Asimilan las grasas, protegen al hígado de la formación de tejido adiposo que retiene el colesterol malo y disminuye las cantidades, depositadas en los vasos sanguíneos. 

Las legumbres se disfrutan de distintas maneras, como en sopas, caldos, purés o acompañadas de carnes sin grasa. Para su preparación, deben dejarse remojar, previamente, entre 5 y 12 horas en agua fría antes de cocerlas, sin que se añada sal pues podrían perder su sabor.

La cocción debe ser a fuego lento, durante largo tiempo, de lo contrario, la piel de las legumbres podría ponerse dura. Generalmente, se pueden cocer junto con acelgas, cebollas, brócoli, jitomate o papas. Se recomienda consumirlas dos veces a la semana. Para conservarlas, utilizar recipientes de cristal, colocados en lugares frescos que las resguarden de la humedad.

Fuente: Departamento de Comunicación y Contenido, TodoEnSalud.org

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