El secreto para adelgazar es buscar el equilibrio, variedad y moderación en la dieta diaria. Someterse a una dieta con alimentos naturales requiere cambiar hábitos sin sacrificio alguno. Se puede, incluso, comer lo que el resto de la familia, pero sólo la mitad, eliminar el pan y todo lo que deriva del trigo, restringir el número de tortillas de maíz y sacar de la dieta diarias refrescos y bebidas dulces, abstenerse de alimentos procesados, embutidos y refinados.
Los productos naturales son ricos en agua, vitaminas, minerales y fibra y colaboran a desintoxicar al organismo. Cinco diferentes verduras y cinco frutas al día, de preferencia crudas, hacen mucho por la salud, contribuyen a comer menos alimentos procesados y cocinados y mantienen más joven al organismo.
La alimentación natural para adelgazar es similar a cualquier dieta sana: frutas, verduras en mayor proporción, cereales integrales y leguminosas. Reducir lo más posible carnes y, en todo caso, preferir pescado; pocos lácteos, mayor ingesta de fibra y agua natural, suprimir mayonesas, cremas, mantequilla, quesos derretibles, postres azucarados o de cremas, etc.
Eliminar alimentos fritos, capeados o empanizados y suprimir los azucarados, excepto la fruta. Consumir arroz, papa, elote y tortillas de maíz, bajos en grasas, y alimentos ricos en fibra, vitaminas y minerales.
Una ensalada de verduras crudas y frescas mejora la digestión y evita el estreñimiento. La orina es más abundante y elimina desechos que podrían dañar al organismo. Llevarla a cabo por lo menos una semana, formará el hábito para continuarla por muchas más, redituando, a mediano plazo, en pérdida de peso. Es una disciplina para toda la vida que asegura más salud a los años.
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