domingo, abril 24, 2011

De la tradición otomí

Inflamación de vientre

La inflamación de vientre es una enfermedad que afecta con frecuencia a las mujeres adultas de las comunidades otomíes, aunque también la pueden padecer otros miembros del grupo.

Se produce como consecuencia del enfriamiento del vientre que deriva de la ingestión continua de agua o alimentos fríos, conducta particularmente contraindicada en determinados periodos, como el posparto o durante el ciclo menstrual, según la Medicina Tradicional Mexicana, cuya función es sólo cultural.

La inflamación de vientre provocada por el enfriamiento se reconoce por la aparición de cólicos, retorcijones y gases, que, a su vez, causan un estado de sofocación del enfermo. Cuando el padecimiento está más avanzado, los síntomas se intensifican y surgen vómitos que agravan la condición del sujeto afectado.

Los terapeutas confirman el padecimiento mediante la revisión que hacen del vientre del paciente, el cual se presenta inflamado, duro y muy dolorido; en ocasiones, el enfermo no soporta la palpación que hace el especialista.

El tratamiento destinado a curar la inflamación de vientre consiste en aplicar, sobre el abdomen, un emplasto preparado con plantas de calidad caliente, para desinflamar los órganos internos; luego se soba el vientre con una pomada de árnica o zábila, o con flor de azufre macerada en mezcal. Se deben realizar varias curaciones antes de que se quite completamente la inflamación y el dolor.

Para prevenir la enfermedad, se recomienda a la mujer puérpera hacerse baños calientes de hierbas en cuanto sienta que tiene un enfriamiento. En vista de que la cuarentena es el periodo durante el cual la población femenina está especialmente predispuesta a sufrir esa enfermedad, las parteras aconsejan mantener reposo durante el posparto, alimentarse bien y no ingerir "cosas frías".

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