Malestar reconocido como un padecimiento o síntoma de diversas enfermedades. Popularmente, su origen se asocia a un mal viento o aire que penetra al organismo y se estaciona en la cabeza, o a un desequilibrio en la temperatura corporal en que el calor se desplaza y concentra en esta región anatómica, según la medicina tradicional mexicana, cuyo carácter es sólo cultural.
Este problema puede ocurrir por exponerse al frío cuando el cuerpo está caliente, andar descalzo, mojarse los pies o permanecer por largo tiempo bajo el sol.
Otras acciones que lo pueden provocar son: cargar en la cabeza objetos pesados, no cumplir con los horarios alimenticios, ciertos estados de ánimo como experimentar un coraje, estar de mal humor o sentirse deprimido.
Los zoques de Tapalapa, Chiapas, distinguen dos tipos de cefalalgia: un dolor momentáneo en la frente que se extiende a toda la cabeza, molestia que se exacerba al realizar movimientos bruscos y dolor punzante, agudo y prolongado. Entre los yaquis se identifica el corrimiento como dolor intenso a la altura de las sienes y nuca que se repite a diario y es más común en el invierno.
Para tratar este problema, existe infinidad de tratamientos, en especial herbolarios de aplicación externa, dirigidos a extraer el agente causal y restablecer la distribución de la temperatura corporal.
Aplicación local de macerados alcohólicos de plantas, algunas urticantes como laal (Urtica urens), popoox (Tragia yucatanensis) y tankasché (Zanthoxylum fagara o Pilocarpus racemosus) o adherir a la zona de la dolencia, hojas de hierbas con pomada mentolada o loción y luego atar fuertemente un paño a la cabeza.
Asimismo, se acostumbran presionar o tallar la parte dolorida con hojas de plantas y lociones o masajearla con pomadas y sustancias grasas, baños locales y generales con cocciones o macerados acuosos o hidroalcohólicos de especies vegetales como la albahaca.
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