miércoles, julio 01, 2015

Diseño del nuevo ser humano

Caso: “Tragones Anónimos”

Tragones Anónimos es una agrupación civil que ayuda a personas con obesidad y sobrepeso a solucionar este problema.

Nacida en Durango, Dgo., tiene más de 30 años de existencia. Su método se basa en los 12 pasos que sigue la organización Alcohólicos Anónimos en su lucha contra este otro tipo de problema.

“Tragones Anónimos es una comunidad de hombres y mujeres que comparten su mutua experiencia, fortaleza y esperanza para resolver el problema común y ayudar a otros a recuperarse del tragonismo”, señala el mensaje general de la organización.

“El único requisito para pertenecer a esta comunidad es el mínimo deseo de dejar de comer inadecuadamente”, señala, y agrega: “nuestro único objetivo primordial es mantenernos sobrios y ayudar a otros tragones a alcanzar el estado de sobriedad”.

Cada año realiza juntas de información en sesiones abiertas a todo el público en la Ciudad de México.

Interiorizarse en esta organización es algo que esclarece el origen de la obesidad y sobrepeso que causan estragos en la humanidad.

Llama mucho la atención que un alto porcentaje de quienes padecen esos problemas su origen sea sicológico antes que somático, hecho que los convierte en esclavos de la comida. De ahí, el nombre de “tragones”.

Sus integrantes forman una asociación llena de situaciones emocionales, síquicas y patológicas que llevan a algunos casos a internarse en instalaciones que la propia agrupación tiene para darles un tratamiento más adecuado.

Si en muchos casos el origen es un desajuste emocional, entonces el trabajo tiene que ser en ese sentido, sostienen sus dirigentes, quienes cuentan con ediciones de menús especiales para educar sobre la alimentación a los tragones.

Se trata de alimentos elaborados en casa y con ingredientes básicos. Nada de industrializados y que aprovechan los productos de la región o de consumo generalizado, incluyendo los llamados antojitos mexicanos.

Su base son vegetales, frutas y pocas harinas y carnes, en especial, rojas.

Asistir a la juntas de información es una grata experiencias. Hay hermandad donde los desayunos, comidas y cenas se disfrutan en esta unidad.

Desde luego, el aspecto sicológico es básico para entender el desajuste emocional en el consumo de alimentos, hecho que comparten en forma abierta con miembros consolidados y con quienes desean iniciarse en la agrupación.

Hablan, abiertamente, del origen de la obesidad y sobrepeso: La enfermedad de la comida compulsiva es de tres naturalezas: física, emocional y espiritual, dicen.

Explican: “comer compulsivamente no se origina simplemente de los malos hábitos alimenticios aprendidos en la infancia, ni a causa de problemas y desajustes, ni únicamente por amor a la comida, a pesar de que estos tres factores pueden influir en su desarrollo.

“Es posible que muchos de nosotros hayamos nacido con predisposición física o emocional para comer compulsivamente. Cualquiera que sea la causa, la realidad hoy es que, en lo concerniente a comida, nosotros no somos como la gente normal”, señalan.

El punto clave: comer compulsivamente
“Más que enfrentar nuestra impotencia sobre personas, lugares, situaciones y vida en general, tratamos de alcanzar un algo que pensamos nos daría más poder o que nos hiciera sentir poderosos temporalmente o, cuando menos, menos impotentes. Entonces nos convertimos en dependientes de ese algo.

“Podemos ser dependientes del alcohol, otras drogas, relaciones perjudiciales, una variedad de muletas que eventualmente retrasan nuestro progreso en lugar de ayudarnos. Algunos de nosotros nos convertimos en dependientes de la comida en exceso.

“Un punto clave de la vida de un tragón viene con darse cuenta de que uno tiene una enfermedad fatal y que sin ayuda, él o ella serán controlados por el progreso de esta enfermedad que se defiende constantemente.

“La necesidad de más y más comida para evadir el dolor emocional y escapar de los problemas nos han puesto en el lugar de un adicto. Una vez que reconocemos la importancia de nuestra enfermedad, estamos dispuestos a darle toda nuestra atención y los medios para contrarrestarla.

“Cuando estamos convencidos emocional e intelectualmente de que nuestras vidas dependen de la recuperación del comer compulsivo estamos en disposición de llegar a cualquier medida para recuperarnos.

“Un paso a la vez un día a la vez. Nos convertimos en nuevas personas no por fuerza de voluntad o por alterar el Medio Ambiente, sino al ir admitiendo que nuestros caminos no funcionaron y que necesitamos ayuda.

“Las manos vacías son necesarias para poder recibir los regalos del programa”.

Fuente: Tragones Anónimos.

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