domingo, octubre 11, 2015

Nuevo diseño del ser humano

Efectos de la canícula

El pasado 14 de este mes inició la canícula que terminará aproximadamente el próximo 24 de agosto.

Se trata de un fenómeno que corresponde más a la ciencia popular que a la académica. Se caracteriza por el aumento de la temperatura que, al presentarse durante las vacaciones de verano es poco apreciada por la generalidad de la población que prefiere los sitios de recreo en playas, aunque las modalidades actuales encaminan a los vacaciones, sobre todo jóvenes, a descubrir montañas, ríos, cascadas y otros sitios no tradicionales.

El aumento en la temperatura y, por lo regular, ausencia o precipitaciones bajas de lluvias se dan, pese a que, al menos, en nuestro país, es temporada pluvial, lo que ocasiona que surjan algunos problemas de salud.

Es común durante esta época las deshidrataciones, insolaciones y los golpes de calor.

También se presentan incrementos en los problemas digestivos, debido a que los alimentos se descomponen con mayor rapidez, a causa de esas altas temperaturas.

En el imaginario popular existen otras creencias que no están validadas por el conocimiento académico, pero que, se estiman, suceden.

Entre ellas, están las referentes a que durante la canícula las heridas, en especial, tardan más tiempo en sanar y es mayor la ocurrencia de problemas dermatológicos, por igual razón del aumento en la temperatura y el poco aseo personal, en muchos casos.

Entre las recomendaciones que hacen los estudiosos de este tema en relación con la protección de la salud, están:

  • Tener cuidado con los golpes de calor e insolaciones, por lo cual hay que mantenerse bien hidratados.
  • Estar alertas contra infecciones gastrointestinales, por lo que los alimentos deberán mantenerse refrigerados o en lugares frescos.
  • Permanecer en lugares frescos porque el calor eleva el nivel de irritabilidad de las personas y baja el de su de actividad, al mismo tiempo que los vuelve más pasivos.
  • Evitar exponerse demasiado tiempo al sol.
  • No consumir alcohol, ya que esta bebida altera la capacidad de respuesta al calor y favorece la deshidratación.
  • No tomar café, té, refrescos de cola o muy azucarados, porque aumentan la eliminación de líquidos y evitar beber líquidos excesivamente fríos.
  • Evitar las comidas calientes, copiosas y de digestión lenta; por el contrario, aumentar el consumo de frutas de verano y verduras para recargar el organismo de sales minerales.

Otras recomendaciones, como bañarse más de una vez al día o no asistir
a sitios muy concurridos tienen que ver con creencias de tipo más que todo popular.

De cualquier manera, la canícula es un fenómeno de tipo meteorológico que impacta de alguna manera la salud de la población en general.

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