En el ciclo menstrual, después de la ovulación y antes de la siguiente menstruación, las hormonas alcanzan su máxima producción. Pueden causar cambios perturbadores en el organismo femenino. La mujer está más sensible y afloran más sus emociones negativas. De ahí el término tensión o síndrome premenstrual. Sus sentimiento también se acompañan de síntomas físicos.
Cada mujer es única, individual y diferente. Experimenta molestias distintas durante esta etapa. Está más vulnerable, irritable, deprimida e intolerante; sufre dolores de cabeza, piernas y mamarios; somnolencia; retiene líquidos; si hay várices, duelen más; el estrés aumenta; hay insomnio, orina con mayor frecuencia, puede haber dolor pélvico y lumbar; es impaciente consigo misma y con los demás, quienes reciben el impacto de su estado de ánimo negativo. No se entiende ni ella misma; quisiera desconectarse durante esos días. Pierde la racionalidad y es incapaz de explicar porqué se siente así.
La cascada completa de síntomas emocionales disminuye o desaparece cuando llega la menstruación. Sólo que esas dos semanas previas a las reglas son terribles, como un volcán a punto de hacer erupción. Cualquier pequeño detalle enciende la mecha. La mujer se irrita, no controla sus emociones; si tiene compañero comprensible la apoyará y ayudará a superar esos días. Al llegar la menstruación todo pasa y se alivia la tensión, pero pueden aparecer sentimientos de culpa por la histeria que no pudo contener antes, sabiendo que dos semanas se sentirá bien y luego se repetirá la historia.
Las Flores de Bach, delicadas y sutiles, pero muy efectivas, ayudan a manejar estas emociones y fortalecer el carácter femenino, dejando atrás el mal humor. Cada mujer requiere diferentes remedios, de acuerdo a los síntomas emocionales que presenta. No son todos los remedios florales para todas las mujeres. Los hay para quien está al borde de su resistencia física y teme perder el control; contra la histeria y llanto fácil; para cuando aparecen sentimientos de odio, celos, venganza y cólera; para las que tienen pena de sí mimas, resentimiento y necesidad de perdonar o para el desgano, letargia y deseo de huir del mundo.
Walnut permite adaptarse a los cambios hormonales; al paso de niña a adolescente, que no siempre es bien aceptado por ella, amén de la poca información que recibe o del temor que le confiere lo desconocido. Es un remedio valioso para el ciclo menstrual por los ajustes orgánicos presentes. Mustard alivia la depresión existente sin razón aparente, tristeza y desolación. Impatiens cura la irritabilidad, impaciencia y mal humor.
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