Calcio
El calcio es nutrimento que no puede faltar en la alimentación diaria. Cumple varias funciones además de constituir la masa ósea, entre ellas la contracción muscular y transmisión de señales nerviosas, favorece la coagulación sanguínea y regula el ritmo cardíaco.
Las necesidades de calcio varían con la edad. En la infancia y adolescencia, en mujeres embarazadas y mujeres que lactan, aumentan.
Consumir suficiente calcio en etapas tempranas de la vida ayuda a maximizar la reserva en los huesos y prevenir enfermedades como osteoporosis. En la etapa adulta, el ser humano ya no puede almacenarlo, por lo que debe consumir cantidades adecuadas para no utilizar las reservas.
Las dos formas como el organismo obtiene los requerimientos adecuados de calcio son: por la alimentación diaria y cuando el organismo, al no recibir las cantidades suficientes, se ve obligado a obtenerlo de la masa ósea.
La forma de lograr un adecuado equilibrio de calcio es una alimentación moderada y equilibrada con todos los grupos de alimentos, con énfasis en los ricos en calcio y vitamina D, como la leche y sus derivados y evitar tabaco, alcohol y cafeína (café y refrescos), practicar de manera cotidiana actividad física.
También se encuentra en espinacas o acelgas, pero éstas son altas en oxalatos, lo cual disminuye la capacidad de absorción de calcio en el ser humano.
En el caso de la leche y lácteos, por su contenido de vitamina D favorece una mayor absorción de calcio. En el caso de los adultos es preferente consumir leche y lácteos descremados enriquecidos con calcio y vitamina D y, en caso necesario, usar leche deslactosada, yogur o queso.
Existen investigaciones que señalan que los lácteos y su contenido de vitamina D y calcio, colaboran en la prevención y tratamiento de la diabetes mellitus tipo 2. Las evidencias muestran que la asociación de ambos nutrimentos es esencial para la regulación de la insulina.
También se ha comprobado que el consumo cotidiano de frutas, verduras, lácteos bajos en grasa, en conjunto, disminuyen la presión arterial y que la leche y los lácteos colaboran en la salud dental, pues su consumo estimula el flujo de saliva, disminuye la formación de placa bacteriana y la incidencia de caries.
Fuente: Departamento de Comunicación y Contenido, TodoenSalud.org
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