Nutrición y aparato digestivo: relación olvidada

Tracto gastrointestinal,
El segundo cerebro

Especialistas en nutrición recomendaron un mayor consumo de fruto-oligo-sacáridos (FOS), uno de los prebióticos más importantes para el mantenimiento del ecosistema intestinal, como solución a múltiples problemas que genera la alimentación occidental, caracterizada por el bajo contenido fibra que ocasiona serios malestares gastrointestinales.
El mayor valor de los FOS es la promoción selectiva del crecimiento de bacterias benéficas y la disminución del pH del colon, lo que desalienta el crecimiento de bacterias patógenas, dijo Pedro Prieto, doctor en Bioquímica y Nutrición, y director de Investigaciones Estratégicas y Desarrollo de los Laboratorios Abbott.
Los FOS ayudan a tratar y prevenir la constipación intestinal y la diarrea; apoyan al sistema inmunológico; ayudan a reducir el riesgo de ciertos tipos de cáncer, y mejoran la tolerancia a la glucosa, por eso, su importancia en la dieta diaria, sobre todo, para romper el círculo vicioso de estrés-malnutrición-afecciones gastrointestinales.
Para entender qué tan fácil puede exponerse una persona a altos niveles de estrés, Alexis Bolio Galvis, experto en Inmunonutrición del Hospital Angeles del Pedregal, en el DF, dijo que muchas personas están inmersas en ese círculo, actualmente.
Explicó que el estrés es una reacción natural del ser humano ante el cambio, que lo pone en alerta para actuar de forma resolutiva ante las exigencias de la vida cotidiana. Sin embargo, un exceso de estrés merma la actividad del individuo y lo sume en una cadena de hábitos y circunstancias que afectan su salud de forma consistente.
“Cuando una persona experimenta un alto nivel de estrés, la alimentación es una de las actividades que desatiende más. Su ingesta de alimentos es insuficiente o desproporcionada en carbohidratos, lípidos y proteínas; también suele incrementar el consumo de comida chatarra”, dijo Bolio Galvis
Saúl Javier Rugeles Quintero, director del Centro Colombiano de Nutrición Integral, destacó la importancia del tracto gastrointestinal para la salud integral de las personas. “Hemos olvidado que esta parte del organismo tiene una relación fundamental para mantener una buena alimentación”.
Para ejemplificar la relevancia del tracto gastrointestinal, Rugeles Quintero explicó el nivel de autonomía que tiene esa parte del organismo humano y los cerca de 100 millones de células nerviosas que existen en él, por lo que se le ha llamado el “segundo cerebro”.
Los FOS se encuentran, principalmente, en plátanos, cebolla, ajos y alcachofas; también pueden producirse a partir de la sucrosa y la raíz de achicoria, manteniendo las mismas propiedades nutricionales y beneficios.
Ahora estos mismos beneficios se pueden obtener en el producto Ensure con FOS, creado por los laboratorios citados y recomendado para personas con un estilo de vida agitado, quienes podrían encontrarse en el círculo vicioso citado, que se manifiesta con mayor índice entre quienes enfrentan desempleo, divorcio o separación de la pareja. El Ensure con FOS es el equivalente a un sandwich que, además de nutrir, ofrece un apoyo directo a la salud del intestino.

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El segundo cerebro
Investigaciones revelan que existen 200 diferentes especies de bacterias que conforman la flora microintestinal del colon de un individuo, aunque se han llegado a identificar más de 500 diferentes especies. Para tener una idea clara de esto, baste señalar que los ojos contienen 1 gramos de bacterias; la naríz, 10; la boca, 20 gramos y el tracto gastrointestinal promedia entre 1 a 2 kilogramos. Existen bacterias positivas y dañinas. Entre estas últimas se encuentran la Salmonella y la Listeria y la Helicobacter pylori, asociada con problemas como gastritis, úlceras estomacales y carcinoma gástrico. Cuando se altera el ecosistema intestinal puede estimularse el crecimiento de las bacterias patógenas y éstas, a su vez, producir toxinas y causar enfermedades temporales o crónicas en la persona. En este sentido, los prebióticos tienen un papel importante en el mantenimiento del ecosistema intestinal.
Fuente: Laboratorios Abbott.

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