Trastorno de Ansiedad Generalizada - Estadísticas y causas

Dr. Rogelio Gutiérrez Klúnder
(Segunda de 3 partes)

Las preocupaciones y tensiones físicas son muy comunes, pero sólo 4 por ciento de las personas sufren Trastorno de Ansiedad Generalizada (TAG), que lo convierten en un problema comparable a fobias específicas y trastorno de pánico con agorafobia. Afecta más a mujeres (entre el 55 al 65 por ciento) que a hombres y es más común en la edad adulta, con un 17 por ciento en varones sobre al 21.5 de las mujeres.
La causa más común puede ser hereditaria, según investigaciones que demuestran que el TAG suele transitar en las familias que registran tensión muscular crónica. Actualmente se desarrollan análisis cognoscitivos para conocer mejor esas causas, en especial, entre quienes tienen una relevancia en su nivel de concentración. Estudios de laboratorio que aplican la técnica de visualización de palabras con colores, sólo por 20 milésima de segundo, descubrieron que quienes padecen TAG eran más lentos para nombrar los colores de las palabras que quienes no lo sufren.
Mientras que otros, relacionados con Electroencefalograma (EEG), revelan la conexión de los procesos mentales con la tendencia de los individuos con TAG a ser restrictores autónomos, al detectarse que en ellos la excitación autónoma periférica es restringida lo que refleja un proceso cognoscitivo intenso en los lóbulos frontales, en particular, en el hemisferio izquierdo que originan su entrega a procesos de pensamientos desesperados e intensos o a preocupaciones sin que existan imágenes que los acompañen. Piensan tan intensamente en los problemas por venir que no permiten que haya capacidad de atender los procesos para crear imágenes de la amenaza potencial que evitaría efectos negativos.