Las pasadas festividades en honor de la Virgen de Guadalupe puso al descubierto, una vez más, el papel destacado que juega la religión para el bienestar del ser humano. Alrededor de 4 millones de peregrinos visitaron el pasado 12 de este mes, la Basílica de Guadalupe. No existen estadísticas reales ni confiables sobre el particular, pero un alto porcentaje de quienes acudieron a ese Santuario Mariano lo hicieron para agradecer haber recuperado la salud; otros más, para pedir la sanación porque les aqueja algún padecimiento, personal o familiar. Esto confirma que muchos de los problemas de salud tienen un origen emocional y se muestra en este tipo de manifestaciones, cuya tendencia creció a finales del siglo pasado y se mantiene con esa tendencia ascendente. Este fenómeno social se presenta también en La Mecca, Jerusalén, Lourdes (Francia), Compostela (España) y otros lugar más que concentran a millones de pacientes que buscan su salud en centros religiosos.
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