Cuando la piel es seca y poca elástica es terreno fértil para la aparición prematura de arrugas que, además, revelan una dieta baja en vitamina C, sustancia vital para formar el colágeno que es el cemento que une a todas las células del cuerpo humano. Cítricos, como fresas, kiwi, pimientos (verdes y rojos) y jitomates son productos con alto contenido de esa vitamina. Frutos secos, germen de trigo, cereales y aceites vegetales sin refinar son fuente importante de vitamina E que es un antioxidante natural que contribuye a transportar, absorber y almacenar la vitamina A. Hierro, proteínas, ácido fólico y agua son otros elementos indispensables en la dieta para mejorar la apariencia de piel y retardar el surgimiento de las arrugas.
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