La moxibustión es el arte de introducir calor en un punto de acupuntura, por medio de agujas o directamente sobre la piel. Para ello, se coloca la moxa directamente sobre la aguja para que se caliente y penetre el calor hasta el tejido afectado o se acerca a la piel sin quemarla, pero que sí la sienta para aliviar el problema.
La moxa es un cigarro o puro especial, elaborado con artemisa compactada, planta china, seleccionada desde hace milenios para fabricar ese tratamiento, empleado en muchos padecimientos. Personas tratadas con moxibustión hallaron alivio inmediato a sus molestias, especialmente en reumatismo, catalogado por fríos, y artritis.
La artemisa produce, en incandescencia, un calor de 500 a 600 grados centígrados y un espectro infrarrojo mantenido a una distancia suficiente por encima de la piel para no quemarla. No produce ningún inconveniente, ni deja cicatriz alguna. Además del cigarro, existen otras formas de moxa, como pequeños conos que se colocan, igualmente, sobre la piel para obtener los mismos resultados curativos.
También se utiliza en torceduras, esguinces no recientes, lumbargias, dolores de espalda, ciática, acné, disfonía, anemia, amigdalitis, asma, bronquitis crónicas, calambres por frío, resfriados, migraña, codo de tenista, bursitis, depresiones, dismenorrea, enuresis, fatiga, hipotensión y parálisis facial, entre otros más.
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