Terapias alternativas: Conjuntivitis alérgica (Dra. Margarita Madrid Guillen)

Se llama también conjuntivitis primaveral, atópica o fiebre del heno. Es un síndrome alérgico mayor que aparece por contacto directo con partículas transportadas por el viento, como polen, esporas de hongos, polvos o caspa de animales. La comezón o picazón es el síntoma predominante, acompañada de lagrimeo excesivo y conjuntiva inflamada y enrojecida.

El diagnóstico generalmente es clínico, aunque, a veces, se requieren estudios de laboratorio para conocer con exactitud la causa pues, con frecuencia, ésta es sugerida por la historia clínica y su comprobación por medio de pruebas cutáneas, pero muy pocos antígenos (sustancias que causan la alergia) pueden comprobarse sólo así.

El tratamiento específico consiste en evitar el alergeno causal, identificado o sospechado y usar un colirio suave disminuir la irritación. No deben utilizarse lentes de contacto. Los medicamentos orales son de gran utilidad y algunos otros, combinados con vasoconstrictores en solución oftálmica.

En medicina natural o acupuntura, el tratamiento se encamina a la desensibilización (disminuir o eliminar la respuesta orgánica a las diferentes sustancias o partículas ambientales), con programas de desintoxicación, a través de eliminar alimentos procesados, químicos o muy elaborados y sugiriendo jugos específicos que regeneren determinadas células, equilibren el sistema inmunológico y limpien órganos importantes, como hígado, riñones, tubo digestivo, sistema circulatorio, etc. El paciente se compromete a continuar con la alimentación saludable por largo tiempo.

Otras enfermedades oculares de tipo alérgico ocurren en los párpados que pueden afectarse por inflamación o urticaria, dermatitis por contacto o atópica. La primera es una reacción de hipersensibilidad celular, causada por medicamentos oftálmicos o fármacos transportados por los dedos a los ojos, como antibióticos en los manipuladores de medicamentos, polvos de tocador, esmalte de uñas o tinte para cabello. La córnea puede resultar afectada por la extensión de la conjuntivitis alérgica o por su inflamación, ocasionando, a veces, cicatrización.

Dolor, molestia a la luz, lagrimeo e inflamación indican afectación de otras estructuras oculares. En raras ocasiones, la causa es por algún agente ambiental específico y puede sospecharse hipersensibilidad por bacterias y, a veces, por asociación de enfermedad alérgica con infección bacteriana. El tratamiento es retirar el agente causal si es conocido y desensibilizar el organismo con tratamientos alternativos.