martes, noviembre 06, 2007

Corazón saludable

Presión arterial alta o hipertensión

Se refiere al nivel de fuerza o presión que existe en el interior de las arterias, producida por el flujo de la sangre. Cada vez que late el corazón sube la presión y, entre latidos, cuando está en reposo, la presión baja.

Por lo general, este factor no presenta síntoma. Es más, el corazón, cerebro y riñones pueden soportar un aumento de presión por mucho tiempo sin que se produzcan molestias en el cuerpo. Se le llama el asesino silencioso porque es posible padecerla durante años, sin percibir síntomas.

La presión arterial alta hace que el corazón se esfuerce más de lo normal e incrementa la probabilidad de que se lesionen él o las arterias y aumenta el riesgo de ataques al corazón, cerebro, insuficiencia renal, trastornos oculares, insuficiencia cardíaca congestiva y aterosclerosis.

Si no se trata, el corazón se obliga a esforzarse, cada vez más, para bombear sangre y oxígeno a los órganos y tejidos y trabajar más allá de sus límites a largo plazo, y ocasiona que se agrande y, en consecuencia, se debilite. También se dañan arterias y arteriolas que, con el tiempo, se cicatrizan, endurecen y pierden elasticidad.

Al suceder esto, disminuye su potencial para aportar sangre a los órganos del cuerpo y, al no recibir suficiente oxígeno ni nutrientes, no pueden funcionar a mayor capacidad. Arterias con acumulaciones de grasa, tienen mayor posibilidad de formación de coágulos que cortan el suministro de sangre a la parte correspondiente del cuerpo.

Fuente: Campaña por la salud del corazón. Becel

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