Al hacer conciencia sobre las cosas más importantes de la vida, nos damos cuenta que la principal es ella misma y que, para mantenerla, el oxígeno es vital pues se transporta a todos los tejidos del cuerpo, a través del hierro que existe en la sangre, que es el medio principal que conduce vida; sin él, no se nutrirían las células, tejidos y órganos para reconstruirlos, renovarlos y rejuvenecerlos y, por tanto, se presentaría la muerte.
Toda la sangre pasa por la glándula tiroides cada hora y media. Si no transporta la cantidad de yodo necesaria, no puede reparar células y tejidos; lleva nutrientes y acarrea desechos tóxicos al exterior, conduce materiales estructurales para que el cuerpo se mantenga activo y atento a cualquier demanda. Hay otros líquidos, igualmente necesarios, como el linfático, secreciones glandulares y bilis, así como el calcio que, al faltar en alguna parte del cuerpo, si no lo proporciona la alimentación, la sangre lo toma de otra región donde sea menos necesario y, cuando hay exceso, lo elimina por medio de los riñones, intestinos y piel.
Cada célula sanguínea vive, en promedio, 30 días, pero si los órganos no están limpios o no funcionan correctamente o no hay secreciones glandulares apropiadas, la sangre no puede realizar bien su trabajo. Lo primero que se debe hacer es asegurarse de que esté tan limpia y pura como sea posible, lo que se logra cuidando los procesos de eliminación. Cada día, se elimina o debe eliminarse, un kilogramo de tóxicos. Para lograrlo, bastan unas sencillas medidas.
* Cepillar toda la piel durante 2 ó 3 minutos por la mañana.
* Practicar respiración intensiva, “como si estuviera olfateando” o hacer ejercicios abdominales levantando las rodillas hasta el pecho, primero una y luego la otra, para oxigenar los bronquios.
* Limpiar los riñones, bebiendo 2 ó 3 vasos de agua antes de desayunar. En la mayoría de las personas quedan en la vejiga residuos de orina después de la primera micción, especialmente en mayores de 50 años con problemas prostáticos. El agua remueve los residuos tóxicos de orina, retenidos durante la noche.
* Evitar usar aceites de cocina recalentados para freír alimentos pues son los principales causantes del colesterol que es una grasa dura que se pega en lugares vitales como las arterias coronarias que riegan al corazón, las piernas y otras partes del cuerpo.
Practicar ejercicios abdominales y tomar agua mejoran la evacuación intestinal. Conservar las vías de eliminación mantienen la sangre limpia y sin obstáculos para nutrir a las células.
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