Científicos europeos lograron usar con éxito plantas modificadas genéticamente del tabaco para producir fármacos contra varias enfermedades autoinmunes e inflamatorias. Estas plantas son capaces de generar interleucina -10 (IL-10) activa biológicamente, una pequeña proteína, conocida como citosina, que regula el sistema inmunológico.
Mario Pezzotti, profesor de la Universidad de Verona, Italia, y director del equipo, probó dos versiones diferentes de la IL-10 (vírica y murina). El equipo descubrió que las plantas del tabaco podían procesar las dos formas de IL-10.
«El hecho de que sean comestibles permite que el fármaco se suministre en el momento en el que es preciso, evitando largos procedimientos de purificación, otra ventaja en comparación con la síntesis de fármacos tradicionales», explicó.
Los científicos esperan usar las plantas para determinar si el suministro continuado de pequeñas dosis podría ayudar a prevenir la diabetes mellitus tipo 1 (T1DM), en combinación con otros autoantígenos asociados con la enfermedad. Para lo cual, realizarán pruebas con la 65-kDa, una isoforma de la enzima descarboxilasa del ácido glutámico (GAD65).
«Este estudio allana el camino para realizar estudios de alimentación en modelos de ratones con enfermedades autoinmunes que permitirán evaluar las propiedades inmunomodulatorias y la eficacia de la IL-10 vírica en la inducción de tolerancia oral, en comparación con la proteína murina», dijeron.
Con la Universidad de Verona colaboraron en el estudio, institutos de Alemania, Austria e Italia de biotecnología, recursos naturales y ciencias de la vida y formó parte del proyecto Pharma-Planta, que recibió 12 millones de euros de financiamiento, en el Sexto Programa Marco (6PM) de la Unión Europa (UE). Los resultados se publicaron en la revista de acceso libre BMC Biotechnology.
Más información: BMC Biotechnology y Universidad de Verona y Pharma-Planta. Fuente: Cordis
No hay comentarios.:
Publicar un comentario