Salud en vacaciones
El alcohol es un depresor que afecta ciertas áreas del cerebro provocando que sea más lenta su actividad. Con las primeras copas (2 ó 3), la persona se desinhibe, platica, ríe o se relaja, lo que puede llegar a ser reconfortante, pero en estado semiinconsciente puede perder el control y provocar accidentes.
La cantidad de alcohol que bebes debe determinarse por tu género, peso, talla y edad, lo que significa que a menor peso y estatura se debe beber menos. Los jóvenes, adultos mayores y mujeres son más sensibles a sus efectos, por lo que se recomienda beber menos. El hígado procesa el alcohol, mediante el metabolismo. El adulto metaboliza una copa estándar en una hora, más o menos, por eso, la ingesta debe ser lenta.
El alcohol modifica el estado emocional. Si estás triste o deprimido puede provocar que se aceleren sus efectos. Consume tus tragos en una copa de medida estándar y bébelo pausadamente. Se recomienda una por hora; en hombres 4 y en mujeres 3, por ocasión. Antes de cualquier bebida alcohólica aliméntate bien, para que tu cuerpo lo absorba lentamente y evitar los mareos o indisposición.
Al beber, los reflejos disminuyen, se deforma el juicio crítico, se reduce la capacidad de cálculo y aumenta el tiempo de reacción, lo que impide que se pueda desplazar en línea recta y hay en peligro en el manejo de vehículos o máquinas.
Fuente: TodoEnSalud.org
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