lunes, septiembre 28, 2009

Sabiduría ancestral

Frío-caliente, en la medicina

Un aporte más que hace la medicina tradicional mexicana, dada a conocer por la UNAM, es la forma en que tratan los diversos pueblos de México las enfermedades, utilizando los conocimientos frío-caliente, que es una fórmula de neutralidad, equilibrio o efecto de contrarios y operar igual que la dieta, pero predomina la idea que un padecimiento frío debe curarse con un remedio caliente, y viceversa, aunque existe también el fenómeno de la semejanza o afinidad: una enfermedad de cierta cualidad se cura con una planta de cualidades análogas.

Los remedios de un cierto tipo presentan distintas intensidades, por lo que se habla de lo fresco y lo tibio, es decir, elementos fríos y calientes, sin llegar al determinismo, y aunque no hay asignaciones absolutas, sí aparecen tendencias predominantes y regularidades en datos etnográficos.

Las erupciones en la piel, como sarampión, erisipela y granos son, por lo general, concebidos como acumulación de calor, mientras que los males fríos se refieren a problemas respiratorios, como catarros y algunos trastornos digestivos como disentería blanca y flatulencia (estar "aventado"), se exceptúa la disentería con sangre, considerada caliente.

En cuanto a los síndromes de filiación cultural hay una marcada tendencia a relacionar el mal aire con el frío y el mal de ojo con el calor; pero en el espanto sucede un fenómeno diferente, pues algunos son fríos y otros calientes, lo que no necesariamente se debe a sintomatologías distintas, sino a la causalidad; es decir, en qué lugar se asustó el sujeto y qué tipo de entidad lo provocó.

El agua y las deidades asociadas a este líquido, como algunos chaneques, provocan un espanto frío, mientras que la luz solar está asociada con el calor.

Estas nociones explican por qué el espanto de chaneque y el mal aire son enfermedades frías. Los huastecos que no le prestan mucha atención a la dicotomía frío-calor en la clasificación de los vegetales, explican que si un producto crece en la cima de un cerro o en una zona talada o descampada, donde recibe sol, sería caliente; en cambio, si crece junto a un arroyo, seguramente sería frío. Así los médicos populares pueden resolver el tratamiento de una enfermedad e ilustra la forma en que los médicos "tradicionales" recurren a la experimentación y a la generación de conocimientos nuevos.

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