Dieta para adolescentes
La adolescencia es una etapa caracterizada por importantes cambios físicos, como desarrollo sexual y aumento de estatura; psicológicos y emocionales, que muchas veces repercuten en la alimentación, da a conocer la página TodoEnSalud.
Recomendaciones alimenticias
Hidratos de carbono.- Su consumo debe ser similar al del adulto, entre 50 y 55 para el aporte energético fundamental. La fibra debe incluirse en cantidad superior a los 25 g al día. Los adolescentes actuales hacen dietas pobres en ellos, por lo que se le deben proporcionar alimentos ricos en estos nutrientes: cereales, pan, arroz, papas y pasta, etc., que proporcionan hidratos de carbono de tipo complejos, vitaminas, minerales y fibra. Consumir 4 a 6 veces, al día.
Proteínas.- Dependerán de su crecimiento. A mayor velocidad, mayor requerimiento. La dieta debe ser rica en estas sustancias: carnes, pescados, legumbres, leche, huevos, etc. Deben representar de 12 a 15 por ciento del total de la ingesta energética. Al menos, 50 por ciento deben ser de origen vegetal. Proporcionan vitaminas del grupo B y minerales como hierro y cinc. Se recomienda consumir, tres alimentos de este grupo. La yema de huevo es rica en colesterol, por lo debe ser moderada, máximo tres veces a la semana.
Grasa.- Es importante. Otorga ácidos grasos y vitaminas liposolubles A, D, E y K. Debe representar entre 30 y 35 por ciento del valor calórico de la dieta. Hoy en día, los adolescentes suelen consumir gran cantidad de grasas, especialmente saturadas, por el gusto por la comida rápida. Este tipo de grasa no debe superar al 7-10 por ciento de la ingesta energética.
La dieta debe ser lo más variada posible. Consumir frutas y verduras todos los días y grasas, en forma moderada. La leche y sus derivados deben aportan un mínimo de 900 mg de calcio al día o más. Procurar una ingesta mínima de 500 ml de leche al día, yogur y quesos no grasos; hierro, sustancia que se encuentra en carnes rojas y vísceras. Se absorbe mejor si se combina con frutos cítricos.
El agua debe ser el principal líquido. Evitar el consumo desmesurado de refrescos y alcohol. En cuanto a este último, se recomienda vigilar su ingesta pues puede ocasionar desequilibrios alimenticios. Complementar esto con ejercicio físico de forma regular y continua.
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