Eclipses y salud
Suceso nefasto manifestado por la desaparición parcial o total de la Luna o el Sol del que se desprenden enfermedades que afectan a embarazadas e hijos en gestación. Adquiere dimensiones apocalípticas, pues se cree que durante un eclipse está latente el fin del mundo. Diversos pueblos indígenas creen que los astros son atacados por algún espectro mitológico con forma animal, según el Diccionario de Medicina Tradicional Mexicana dela UNAM.
Para los otomíes del norte poblano, yaquis de Sonora, algunos del Bajío y maya, la Luna interviene en la concepción humana y desarrollo embrionario. Su inesperado menguar trae malformaciones fetales. Los niños con brazos torcidos, labio leporino, patizambos o sordomudos sufrieron los efectos durante su vida intrauterina. Para evitarlos, la embarazada debe prenderse listones o tijeras en su falda al momento de advertir el fenómeno. El eclipse de Sol responde a una agresión selenita en contra él y si llegara a perder el combate, la humanidad sería destruida con enfermedades y epidemias por lo que hacen un gran escándalo, disparando cohetes y pistolas o golpeando cacerolas para ahuyentar el peligro.
Indígenas morelenses aumentan sus miedos con el eclipse y agregan como males la aparición de manchas en la piel, falta de un miembro, una oreja, parte de la nariz e incluso el cerebro entero. Para prevenirlos, las mujeres portan unos seguros cruzados en su ropa íntima o un espejo; durante la noche dejan junto a su cama unas tijeras abiertas o un recipiente con agua.
Entre los nahuas y popolucas del istmo veracruzano, las mujeres preñadas deben mojarse el rostro, de lo contrario, sus hijos nacerán "comidos de luna", es decir, con labio hendido. El suceso afecta también a los infantes que pueden quedar "chaparros", por lo que los toman de la cabeza y alzan para que crezcan sanos.
Las embarazadas matlatzincas y tezltales de Chiapas portan algún objeto de metal, un espejo o realizan operaciones con el agua para evitar la malformaciones; los mixes van a la iglesia y beben agua bendita. En Chiapas, Tabasco y Yucatán, el eclipse lo causa un animal mitológico, para los lacandones es una serpiente o una iguana; para los choles, un jaguar, y para tzotziles, el planeta Venus.
Hoy en día, se usan objetos metálicos, pero el procedimiento sigue siendo parecido. Existen medidas preventivas de origen europeo, como cubrir el vientre materno con un listón o tela roja común. Algunas creencias españolas son similares. [En España] el labio leporino se atribuye al hecho de que la embarazada haya sentido deseos de comer carne de liebre. En Europa, la liebre está asociada con la Luna, igual que en el mundo prehispánico.
La literatura etnográfica moderna concede mayor importancia al eclipse de luna, debido a que no es tan frecuente como el de sol, pero dura más tiempo, y se observa en un área más amplia.
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