Ropa íntima
La mayoría de las veces, al hablar de higiene íntima, se toman en cuenta factores que tienen que ver con una adecuada limpieza de los genitales y los productos utilizados para ello, que eviten o agraven problemas como irritación, comezón o una infección, pero pocas veces se atienden las características de la ropa interior y el cuidado que se le debe dar para evitar problemas o recaídas. Estos son algunos aspectos que deben considerarse en relación a ese tipo de higiene.
Fibras.- Deben ser, de preferencia, de algodón, nunca las de lana, pues cubren las partes más delicadas del cuerpo y ofrecen mayor ventilación; las de lana concentran excesivo calor e irritan la piel. Los materiales sintéticos permiten menor ventilación, lo que aunado a una higiene inadecuada, pueden originar infecciones u hongos, dijo Daniel Gómez Valdés, dermatólogo del Hospital General Siglo XXI de la Ciudad de México.
El uso de estas prendas dependerá del tipo de actividad a realizar. Si va a ver mucha movilidad, convienen modelos que no se ajustan completamente al cuerpo, sino que permiten la soltura necesaria para realizar esas actividades, como pantaletas corte clásico, bikini corte francés o de pierna alta y bóxeres o bloomers.
Cuando se use ropa interior ajustada debe ser diminuta y sin costuras, como tangas y bikini de corte brasileño, amplio al frente con trasero tipo tanga y tener en cuenta que puede ser un factor de riesgo para alguna irritación o infección vaginal, pues puede producir rozaduras y causar inflamaciones vaginales, laceraciones anales e infecciones bacterianas.
Lo mejor es usar tallas adecuadas, ya que las de menor tamaño pueden favorecer problemas de circulación, sudoración excesiva, dermatitis, marcar o entrecortar la piel.
La ropa íntima se debe lavar sólo con jabón o detergentes suaves y enjaguarse bien. Expertos del Centro para las Enfermedades Vulvares de la Universidad de Michigan recomiendan prestar atención a los productos relacionados con la higiene íntima femenina, como el detergente para lavar la ropa interior, medias de nylon y trajes de baño. Los residuos que dejan suelen permanecer en las prendas y ser causa de la irritación, por lo que el lavado tiene que ser a mano usando detergente suave y enjuagar varias veces.
En cuanto a los suavizantes perfumados, señalan que deben evitarse, al igual que los antimicrobianos, como cloro o triclosán, que, en principio, son seguros, pero pueden permanecer en la ropa.
El secado debe ser al sol para eliminar cualquier bacteria, hongo u otro agente patógeno susceptible a la luz solar y cambiarse todos los días, pues cuando se usa aloja sudor y hongos que pueden causar infecciones. La ropa nueva debe lavarse antes de utilizarse, porque al fabricarla pasa por muchas manos o lugares y, cuando llega al consumidor, se expuso al polvo y puede tener algunos gérmenes.
Departamento de Comunicación y Contenido, TodoEnSalud.org
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