El chocolate dejó de ser un simple postre para convertirse en un alimento. Sus propiedades y beneficios para la salud son muchos, al aportar cobre a la dieta diaria e influir en el bienestar cardiovascular y neurológico.
El cacao, base del chocolate, posee una estructura compleja. Es rico en grasas e hidratos de carbono que, al combinarse con más de 300 sustancias de distinta naturaleza, le otorgan las características únicas de sabor, olor y textura, que lo convierten en un tesoro nutricional.
100 mililitros de chocolate con leche aportan 73.9 gramos de hidratos de carbono, de los que, 10.6 son grasas, 9.4 proteínas y cantidades importantes de magnesio, hierro, potasio, sodio, calcio, vitamina A y, en menor medida, de vitamina B.
Investigaciones, como la realizada por el Departamento de Enfermedades Crónicas y Epidemiología del Instituto Nacional de Salud Pública y Medio Ambiente, en Holanda, demostraron que posee grandes cantidades de antioxidantes, sustancias que neutralizan o reducen los efectos de los radicales libres, responsables de la oxidación.
Los principales antioxidantes son polifenoles, concretamente flavonoides. Estos efectos son superiores a los de varias verduras de la dieta diaria y del vino tinto, té y manzanas. Los flavonoides benefician la circulación sanguínea cerebral y las funciones cardiovasculares.
Investigadores de la Escuela de Medicina de la Universidad de Nottingham aseguran que esto podría utilizarse para prevenir o tratar padecimientos relacionados con la memoria.
Científicamente no se ha dado una respuesta concreta sobre el por qué muchas personas sienten un deseo irreprimible de consumir chocolate, sobre todo en mujeres que se encuentran en su período menstrual.
Según varias hipótesis, eso se debe a que contiene pequeñas sustancias que disparan este deseo, como la cafeína, presente en mínimas cantidades, y la liberación de endorfinas, que producen el efecto placentero al consumirlo.
Este dulce es altamente energético y puede ser tentempié cuando existe sensación de hambre o decaimiento, pero se recomienda hacerrlo con moderación.
Fuente: Departamento de Comunicación y Contenido, TodoEnSalud.org
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