De la tradición mexicana

Quemaduras

Las quemaduras pueden ser leves o agudas en la piel, ocasionadas por accidentes comunes en el medio doméstico o laboral. Se producen principalmente por agua hirviendo, aceite, manteca calientes, fuego o plaguicidas. Los nahuas de Milpa Alta, DF, incluyen la acción punitiva de un santo ofendido, según la medicina tradicional, cuyo carácter es sólo cultural.

Este mismo grupo considera que las quemaduras son de calidad caliente. Para el tratamiento de lesiones leves usan remedios fríos, como jugo de limón (Citrus sp.); frescos, como el vinagre o mantequilla; calientes, como sal y manteca, o un poco de tinta mezclada con petate quemado y molido, si se requieren remedios de calidad templada.

En Tabasco, para refrescar, controlar el dolor y evitar el desprendimiento de la piel, aplican hojas de plátano (Musa sp.) o jugo de las hojas de belladona (Nicandra physaloides), cataplasma de hojas de camote, tiernas de cacao (Theobroma sp.) y de ceiba (Ceiba sp.). Estas últimas muy efectivas para quemaduras de sol. En Plan de las Vegas, Veracruz, utilizan un emplasto de cebollina (Allium neapolitanum) molida y cocida, con aceite rosado.

Aunque se considera que las quemaduras agudas deben tratarlas un médico, hay remedios caseros que intentan curarlas para cicatrizar y extraer el calor del cuerpo, como emplastos o soluciones hechas con cal caliza, excremento de conejo, aceite rosado y vinagre, auxiliándose con plumas de guajolote o de gallina negra para expulsar el calor.

La corteza del tepescohuite (Mimosa tenuiflora), usado desde tiempos prehispánicos, se reporta como remedio muy eficaz, pero existe una controversia en la sociedad médica por la carencia de pruebas que demuestren su potencial regenerativo epitelial y por existir el antecedente de un estudio, realizado en 1944, que asienta que el ácido tánico, presente en la mencionada corteza, provoca lesión hepática que puede llevar a la muerte del paciente, pero ningún grupo de investigación ha presentado pruebas de su presencia en la planta. Se ignora su mecanismo de acción y alteraciones patológicas que pudiera provocar.