martes, agosto 06, 2013

Salud entre los indígenas

Cura para la úlcera varicosa

La úlcera varicosa es un padecimiento de carácter circulatorio que afecta con  frecuencia a la población pápago. Mucha la gente tiene este problema, pero no le da importancia, afirman curanderos tradicionales, según la medicina tradicional, cuyo carácter es sólo cultural.

Sus causas son mala circulación de la sangre por falta de ejercicio físico o por golpes sufridos en las venas. El embarazo, también las propician.

El enfermo presenta las venas de las piernas de una coloración particular: muy azules o rojas; resaltan en la piel, están abultadas e hinchadas. La aparición de fístulas úlceras y llagas que no logran cicatrizar son otros signos propios de la enfermedad, además de fuertes dolores en pies y piernas que le impiden estar parada o sentada mucho tiempo, porque se siente muy cansada.

El diagnóstico se establece mediante observación de las piernas para constatar la presencia de los síntomas mencionados. El terapeuta observa su semblante, que aparece fatigado. El tratamiento aplicado busca mejorar la circulación sanguínea para desinflamar las venas y calmar el dolor.

Para ello, se recomienda tomar tés elaborados con plantas medicinales, como el preparado con la planta llamada "císcate", del que se toman tres tazas diarias y se administra, como agua de uso, tomar un litro diario del té elaborado con la Cabeza de viejo (especie cactus): al que se le quitan las espinas, se corta en pequeños pedazos, se deja remojar y fermentar en un litro de agua por tres días.

Cuando las várices se revientan y forman llagas aplican compresas de jitomate para cicatrizar y desinflamar las heridas, las cuales se preparan moliendo y colando el jitomate. Con el jugo se moja un lienzo que se coloca sobre la parte afectada, luego la compresa se cubre con un trapo y se deja por un lapso que puede variar entre 15 a 20 minutos. Aunque se acostumbran aplicarla una vez al día, puede repetirse según las necesidades del enfermo.

Para una mejor cicatrización, aconsejan no consumir aguacate y carne de puerco, porque éstos impiden que sanen las heridas, ni alimentos grasosos, tampoco abusar de la sal y se recomienda permanecer con los pies levantados lo más frecuentemente que pueda e ingerir abundantes líquidos.

Para prevenirlas aconsejan hacer ejercicio físico periódicamente, atenderse en cuando aparecen los primeros síntomas de la enfermedad y evitar los golpes si se tienen las várices inflamadas.

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