Dolor de pies
El dolor de pies es causa de demanda de atención frecuente entre las comunidades mazahuas. La atienden, principalmente hueseros. No es una afección de cuidado, pero puede acarrear molestias al sujeto que la padece.
Se trata de una dolencia que aparece después de un enfriamiento de las piernas, ocasionado por frío y humedad o por andar descalzos, según la medicina tradicional mexicana, cuyo carácter es sólo cultural.
El tratamiento consiste en sobar la parte dolorida, previa aplicación de una pomada elaborada por el mismo terapeuta, a base de vaselina, árnica, alcanfor, alcohol y mezcal.
Se prepara calentando vaselina blanca, a la que se le ponen las hojas de árnica, se le agregan tres pastillas de alcanfor, el alcohol y el mezcal.
El ungüento se unta en los pies dos o tres veces al día y con esto se quita el dolor, afirman los hueseros; al término de cada sobada, el terapeuta venda con un trapo los pies doloridos del paciente para mantener por algún tiempo el calor.
Para evitar este problema, recomiendan no andar descalzos y no pisar lo mojado cuando se tienen los pies calientes. La enfermedad se presenta más en tiempo de secas, cuando se riegan los sembradíos.
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