Terapias alternativas: Cómo cuidar mi salud y mantenerla (Colaboradora invitada Dra. Margarita Madrid Guillén)

A través de los años, el organismo humano sufre cambios que lo llevan a su deterioro para, finalmente, morir. Este proceso es natural mientras no se cometan errores que aceleren la muerte. Recientemente, se habla de alternativas para retrasar ese proceso inevitable; científicamente, está confirmado que la calidad de vida será la misma de muerte, salvo cuando se trate de un accidente.
La expectativa de vida promedia entre 75 a 80 años, por lo que debemos pensar cómo llegar a esa edad. Desafortunadamente, mayores de 60 años cuentan con una lista de problemas de salud y una polifarmacia en su buró que causa gastos económicos permanentes e incapacidades físicas.
Está en manos de cada quien tomar medidas necesarias para llegar a edades tardías con buen estado de salud. Es fácil lograrlo, pero muchas veces no se le da la importancia que merece, pues mientras no haya signos de alarma que el organismo sabiamente manifiesta, suponemos que todo está bien. Enfermedades como cáncer, diabetes e hipertensión se generan hasta 5 ó 20 años antes de presentar el cuadro clínico.
Habrá que tomar conciencia de empezar a temprana edad más la prevención. decir que “somos lo que comemos” es cierto. Ingerir vegetales, frutas, agua natural, poca carne y menos comida chatarra genera una piel lisa, fresca, hidratada, sin manchas; no requiere cremas; el cabello es brillante, libre de caspa y resequedad; los ojos brillan y la persona se siente y se ve sana.
Por el contrario, consumir grandes cantidades de alimentos grasosos, refrescos, no tomar agua ni frutas y verduras; fumar e ingerir alcohol, produce una piel reseca y grasosa en ciertas áreas; despide sudor fétido, la lengua se cubre de una capa blanca, el cabello tiene raíces grasosas y reseco el resto. El envejecimiento celular, interno y externo, es más acelerado y la persona manifiesta mayor edad de la cronológica.
Otro factor para cuidar la salud es descansar y dormir bien, el tiempo suficiente para recuperar y reparar tejidos dañados pues quien duerme menos de 6 a 7 hora reporta cansancio físico y mental, bajo rendimiento, dolores de cabeza, estrés y acelera su envejecimiento. El promedio de sueño de ser de 6 a 8 horas diarias para una persona adulta.
La actividad física es necesaria para mantener en movimiento huesos, articulaciones, músculos y elementos de sostén. Activa la circulación sanguínea, fortalece el músculo cardíaco, elimina ansiedad y depresiones, pierde grasa corporal, activa el movimiento intestinal para desocupar el intestino y tenerlo libre de enfermedades. Estas son formas sencillas de mantenernos sanos para llevar una vida plena y libre de enfermedades.