domingo, octubre 23, 2005

Terapias Alternativas: Lavanda (Colaboradora Invitada Dra. Margarita Madrid)

La lavanda es un arbusto de origen mediterráneo, muy fragante, del que se extrae aceite esencial. Sus flores, apreciadas por abejas ya que obtienen mucha miel, se emplea desde la antigüedad en perfumería; alimenta el espíritu y ahuyenta la melancolía. Con sólo olerla pueden desaparecer los mareos. Las hojas secas dentro de pequeños saquitos o en incienso se utilizan para repeler mosquitos, perfumar la ropa, habitaciones y pisos de viviendas.
El aceite tiene efecto sedante, antiespasmódico y tranquilizante. Se emplea como remedio contra el dolor de cabeza; puede tomarse como infusión suave, aplicarse localmente en las sienes o aspirarse para contrarrestar el estrés. Es antiséptico y desinfectante en heridas. En hidroterapia, se usa en baños de tina con sales aromáticas para aliviar el cansancio y mejorar las neuralgias; acelera la cicatrización de quemaduras. En masaje, relaja músculos y articulaciones dolorosas; ingerido, aumenta el flujo biliar hacia los intestinos mejorando los síntomas de indigestión y meteorismo.
Contiene aceites volátiles, taninos, cumarinas, flavonoides y tripterpenos, fitoquímicos responsables de sus propiedades medicinales. El aceite se extrae por destilación con vapor; unas gotas son suficientes para aplicaciones cutáneas.
Es importante tener en cuenta que dosis elevadas, tomadas durante mucho tiempo, son tóxicas para el riñón e hígado. Para los espasmos se prepara una infusión de lavanda y valeriana; el aroma es útil para eliminar olores desagradables del ambiente.

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