Jardín de la salud: Cuastecomate

Su nombre científico es Crescentia alata H. B. K. Pertenece a la familia de las bigoniáceas. Arbol de 6 a 12 m de altura; hojas ligeramente pecioladas, con tres hojuelas que con el pecíolo forman una cruz de 2 a 9 cm; flores monopétalas, amarillas verdosas con rayas moradas; olor desagradable, y fruto globoso u ovoide, cáscara dura, numerosas semillas; nace directamente del tronco y de ramas gruesas.
Es de origen nativo, silvestre; habita en regiones cálidas y se distribuye en las regiones costeras desde Baja California hasta Chiapas, en el Pacífico; por el golfo, sólo se localiza en Veracruz, mientras que en la zona central se encuentra en México, Morelos y Puebla.
Es una planta de múltiples usos tradicionales, como alimento, medicina, artesanías y místico-religioso. Se recomiendan sus semillas como alimento y para preparar bebidas de sabores; en medicina, se utiliza contra la tos y afecciones respiratorias, contra la diarrea y para evitar la caída del cabello. Para estos fines se usan semillas, cáscara y pulpa, así como ramas, tallos y hojas, en elíxir y cocimiento.

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Manejo de la especie
Se reproduce por semillas y estacas en cultivos de traspatio. También se conoce como cuautecomate, en México, Morelos y Michoacán; cuatecomate, en Puebla y Guerrero; guaje y cirian, en Guerrero y Michoacán; tecomate, en Sinaloa; ciriani y urani, en Michoacán; ayal y ayale, en Sonora y Sinaloa; jayascate, morro, árbol de la jícara, en Oaxaca, y jicrera y chomo, en Veracruz. Florece de abril a junio y fructifica de julio a noviembre. Se comercializa regionalmente y tiene un gran potencial para su cultivo, sobre todo con fines artesanales, ya que sirve para elaborar sillas de montar y carga; mangos para herramientas; en ebanistería, para maracas y vasijas, y para fabricar coronas y collares con fines místico-religiosos. Ecológicamente, no está en peligro de extinción.

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Fuente: Tecnología Sagar-Inifap para el Cultivo de Plantas Medicinales.