domingo, noviembre 06, 2005

Juventud, divino tesoro

Morir de amor

Uno de los últimos descubrimientos más importantes de la medicina moderna es la influencia que tienen las emociones sobre el cuerpo humano, de tal forma que las negativas, como tristeza, ansiedad, estrés, angustia y depresión disminuyen las defensas del organismo, mientras que las positivas, como alegría, amor o tener algo por qué luchar influyen de manera decisiva en el estado de salud del ser humano. Según los especialistas, en un mal estado anímico se segrega adrenalina, bajan las defensas y se constriñen las venas; el ánimo positivo, por el contrario, segrega endorfinas, que son un sedante, y, en consecuencia, adquiere mayor fortaleza y un estado emocional más saludable, por lo que el viejo mito morir de amor es, ahora, una verdad científicamente demostrable.

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