
Su nombre científico es Syzygum aromaticum. Originario de zonas tropicales, son los capullos de las flores del clavero. De olor muy intenso, color pardo oscuro y sabor acre y picante. Mide de 1 a 1.5 cm de largo. La parte empleada de toda la planta son los capullos cerrados y el aceite que se les extrae.
Respecto a sus principios activos, su aceite volátil está constituido principalmente por eugenol, flavonoides, esteroles y sustancias diversas como lípidos. Entre sus propiedades medicinales se encuentran facilitar la digestión y aumentar el apetito. Es fácil de identificar porque cuando se visita al dentistas coloca en el hueco de la caries un algodón impregnado con extracto, tintura o aceite de clavo de olor que calma el dolor.
Es estimulante, aromático, reduce náuseas y vómito. Como anestésico ligero adormece el sitio donde se aplica y como antiespasmódico, baja las reacciones de hipersensibilidad en condiciones alérgicas; además, se emplea para eliminar parásitos.
El clavo y sus aceites se emplean en la fabricación de algunos cigarrillos, provenientes del oriente, por sus efectos estimulantes, al igual que en perfumería y en la cocina, como condimento. Se emplea para contrarrestar crisis de asma y bronquitis y para la indigestión, debida a que reduce la formación de gases intestinales y distensión abdominal.
Algunos dentríficos en su composición contienen esa esencia para reducir la insensibilidad de encías y dientes; como antiséptico, mejora el aliento. Para reducir el dolor dental se coloca un poco de esencia o aceite del clavo en la zona afectada lo que reduce y hasta desaparecer el dolor.
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