Terapias alternativas: Lavanda (Dra. Margarita Madrid Guillen)

La lavanda es un arbusto de origen mediterráneo, predominantemente de Inglaterra y Francia. Planta muy fragante de la que se extrae aceite esencial; sus flores son muy apreciadas por las abejas, ya que de ellas obtienen mucha miel. Se ha empleado en la antigüedad en perfumería, alimenta el espíritu y ahuyenta la melancolía y con sólo olerla pueden desaparecer los mareos. Las hojas secas dentro de pequeños saquitos se pueden utilizar para perfumar habitaciones. Por sus propiedades fumigantes repele insectos y se emplea para limpiar los pisos de las viviendas.
El aceite esencial tiene efecto sedante, antiespasmódico y tranquilizante. Se le emplea como remedio para el dolor de cabeza. Se puede tomar como infusión suave o localmente en las sienes o aspirado para aliviar el dolor de cabeza causado por el estrés. Es antiséptico y desinfectante tópico en las heridas. En hidroterapia, en un baño de tina con sales sus aceites esenciales alivian el cansancio, mejoran dolores como la neuralgia, aceleran la cicatrización de quemaduras. La esencia permite obtener un aceite para masajes y relajar músculos y articulaciones dolorosas; ingerido aumenta el flujo biliar hacia los intestinos mejorando los síntomas de indigestión y meteorismo.
La planta contiene aceites volátiles, taninos, cumarinas, flavonoides y triterpenos, fitoquímicos responsables de sus propiedades medicinales, el aceite se extrae por destilación con vapor. Son sólo unas gotas suficientes para aplicaciones cutáneas. El aceite de lavanda aplicado sobre las articulaciones desinflama y disminuye el dolor.
Es importante observar que dosis elevadas tomadas durante mucho tiempo son tóxicas para el riñón e hígado. Para los espamos se prepara una infusión de lavanda y valeriana.

De agradable olor y muy medicinal.