Arbusto de origen mediterráneo, predominantemente de Inglaterra y Francia. Planta muy fragante de la que se extrae aceite esencial. Se emplea desde la antigüedad en perfumería. Alimenta el espíritu y ahuyenta la melancolía. Con sólo olerla pueden desaparecer los mareos. Por sus propiedades fumigantes, las hojas secas dentro de pequeños saquitos repelen mosquitos y perfuman ropa, habitaciones y para limpiar suelos de las viviendas.
La planta contiene aceites volátiles, taninos, curaminas, flavonoides y triterpenos, fitoquímicos responsables de sus propiedades medicinales. El aceite esencial se extrae por destilación con vapor y tiene efecto sedante, antiespasmódico y tranquilizante, además de antiséptico y desinfectante de heridas.
Se emplea como remedio contra el dolor de cabeza. Puede tomarse en infusión suave, localmente en las sienes o aspirado para aliviar el dolor causado por estrés. En hidroterapia, se usa en un baño de tina con sales aromáticas. Sus aceites esenciales alivian el cansancio, mejoran la neuralgia y aceleran la cicatrización de quemaduras. De su esencia se extrae un aceite para masajes que relaja músculos y articulaciones adoloridas. Unas gotas son suficientes para aplicaciones cutáneas cuando se aplica sobre articulaciones para desinflamarlas y disminuir el dolor.
Ingerido, aumenta el flujo biliar hacia los intestinos mejorando los síntomas de indigestión y meteorismo. Para los espasmos, se prepara una infusión con lavanda y valeriana. Es importante observar que dosis elevadas tomadas durante mucho tiempo son tóxicas para el riñón e hígado.
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