lunes, enero 18, 2010

De la sabiduría ancestral

Tratamiento para anginas

La inflamación de anginas es una enfermedad respiratoria, originada por desequilibrio en la temperatura corporal. Sus manifestaciones son dolor e inflamación de garganta, que evita comer alimentos o pasar saliva, por su gravedad y excesiva producción de flema que la cierra. A veces, hay falta de apetito, reuma, dolor de huesos, tos y vómito. Se presenta con mayor frecuencia en los niños y se considera un padecimiento de calidad caliente, según el Diccionario de Medicina Tradicional Mexicana de la UNAM.

Algunos aseguran que el frío ingresa al cuerpo cuando una persona, al estar caliente, se expone repentinamente al frío o al aire; otros sostienen que es exceso de calor en el cuerpo ("calor subido"). Cuando una persona pisa el suelo frío, la sangre (de calidad caliente) huye de los pies, sube a la cabeza y se "cargan" las anginas de este líquido causando la enfermedad.

En su cura se utilizan métodos para desinfectar y limpiar la garganta de la flema, como gárgaras con limón (Citrus sp.) solo o combinado con miel o alumbre y lavados de garganta o paladeadas con jugo de tomate (Physalis sp).

Emplastos o cataplasmas, elaborados con grasas, aceites y plantas, solos o combinados que, calentados previamente, se colocan sobre el cuello y, a veces, se cubren con un trapo. Para su confección se usan hojas de belladona (Atropa belladonna), tomate, enjundia de gallina o aceite de comer; baños de pies y de asiento con agua caliente o con orines del mismo enfermo; plantillas elaboradas con limón o jitomate (Lycopersicum esculentum) y procedimientos como sobada, tronada o quebrada de anginas.

Para la medicina académica, se trata de la misma afección, conocida como amigdalitis o faringoamigdalitis, ya que existe una clara correspondencia en la sintomatología y finalidades perseguidas por el tratamiento ancestral.

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