lunes, febrero 22, 2010

Sabiduría ancestral

Empacho seco

Tipo de empacho, que se manifiesta por ausencia de diarrea. Según la creencia popular, su causa es, al igual que en todos los problemas de este tipo, que ciertos alimentos o sustancias se "pegan" al estómago al ser ingeridos. Por su intensidad se distinguen en leve y fuerte, según el Diccionario de Medicina Tradicional de México, de la UNAM.

Las manifestaciones son muchas. En Oaxaca, Puebla y Veracruz, se habla de dolor y sofocamiento de estómago, falta de apetito, lengua blanca, aliento y eructos fétidos, palidez, ojos hundidos, llanto, estómago inflamado y duro que emite un sonido "hueco" a la percusión, mientras que al tacto se percibe como si se "deslizara agua debajo de la piel".

Algunos terapeutas afirman que al hacer la palpación es posible percibir una "bola" en el lado derecho del abdomen. En Nahuzontla, Puebla, se reporta calentura y dificultad para obrar. En Hueyapan, Morelos, que el enfermo "obra seco", como ceniza, y en el Distrito Federal, asco, sed y "estómago caliente".

Los tratamientos también son diversos. En Puebla, Veracruz y Oaxaca usan infusiones de hierbabuena (Mentha piperita) y mirto (Salvia microphylla) y tres lejías hechas de ceniza, tequezquite y carbonato, que pueden sustituirse por Alka-Seltzer, además de aceites que facilitan la digestión, como el de comer. La cura se complementa con maniobras y masajes. En Nahuzontla, se administra, durante tres días, en ayunas, un té de hojas de laurel (Litsea glaucescens) con manzanilla (Matricaria recutita) y un poco de carbonato, acompañado de una cucharada de aceite de San Sebastián. En Hueyapan, se toma jugo de naranja (Citrus aurantifolia) con carbonato y azúcar.

En el Distrito Federal y Morelos purgan al paciente con aceite de ricino, oliva o de comer o con una cucharada de manteca quemada con tequezquite. Para quitar el "calor en el estómago", atan el abdomen con un lienzo sobre el que colocan hojas frescas de higuerilla (Ricinus communis) o col (Brassica oleracea) "picadas" con una escobeta y untadas con manteca o grasa de pollo y carbonato.

Desde el punto de vista médico, este trastorno puede corresponder a una dispepsia por fermentación exagerada, debida a la permanencia prolongada de alimentos en la cavidad gástrica o por aumento de secreción ácida (hipercloridria), acompañada de un estado inflamatorio de la pared del estómago.

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