Bacteria, causa del sobrepeso
La flora intestinal puede tener cierta influencia sobre el peso corporal de una persona, revelan estudios, publicados por la revista Nature. La cantidad de ciertos grupos de bacterias, normalmente presentes en los intestinos, sería la causa de mayor propensión de una persona a sufrir obesidad.
Según esas investigaciones, el tracto intestinal alberga dos grupos dominantes de bacterias beneficiosas para la salud -bacteroidetes y firmicutes-, que ayudan al organismo a digerir los alimentos.
Científicos de la Facultad de Medicina de la Universidad Washington en Saint Louis, EU, observaron que las personas obesas tienen una menor proporción de bacteroidetes, en comparación con las delgadas: 5% contra 20%, respectivamente.
Esta proporción aumenta cuando la persona obesa se someten a una dieta, lo que sugeriría que "la obesidad tiene un componente microbiano, que tendría potenciales implicancias terapéuticas".
Otro grupo de investigadores hallaron la posible explicación de ese hecho, al realizar un estudio con ratones, donde se descubrió que si se transfería la flora intestinal de los animales con sobrepeso a aquellos con peso normal, éstos aumentaban su materia grasa en el cuerpo.
Los científicos concluyeron que posiblemente las bacterias del intestino tengan un papel en la regulación del peso, al igual que el sedentarismo e ingesta de calorías, por lo que en un tratamiento contra la obesidad, la manipulación de la composición bacteriana del intestino podría ser de utilidad.
Aún no está claro si estas pequeñas diferencias en el aprovechamiento de los alimentos son responsables de las grandes diferencias en el peso del cuerpo, dijeron Matej Baljzer y Randy Seeley, de la Universidad de Cincinnati, en Ohio, EU.
Los científicos, dirigidos por Jeffrey Gordon, de la Universidad Washington en Saint Louis, estudiaron la relación entre bacterias intestinales y grasa corporal en 12 personas con problemas de obesidad a quienes sometieron a una dieta baja en grasas o en carbohidratos y compararon los resultados con los obtenido de otros 12 voluntarios delgados.
Los investigadores controlaron la composición de las bacterias intestinales de las personas que sufrían obesidad, durante un año. Antes de comenzar la dieta, los obesos tenían menores niveles de bacteroidetes y mayor número de firmicutes, que los voluntarios delgados.
Al ir perdiendo peso, los bacteroidetes crecían, con independencia de la dieta a la que se sometían. "La manipulación de los grupos de bacterias de los intestinos podría ofrecer otro enfoque en el tratamiento de la obesidad", dijeron.
Nikhil Dhurandhar, profesor de infecciones y obesidad en el Centro Pennington de Investigaciones Biomédicas de la Universidad del Estado de Luisiana, no participó del estudio, pero consideró que, a la larga, podría modificar la forma en que se trata la obesidad.
"Estamos obteniendo más y más evidencia para demostrar que la obesidad no es lo que pensábamos que era, dijo. No se trata sólo de que esté comiendo en exceso y sea flojo (no hacer ejercicio)". La "obesidad infecciosa" la estudia como una enfermedad, provocada por múltiples causas, incluyendo virus y microbios.
En una década más o algo así, podría haber diferentes tratamientos para sus diversas causas. El régimen actual de dieta y ejercicio "es como tratar todas las fiebres con un solo tipo de aspirina", señaló Dhurandhar.
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