El derrame de bilis es causa de demanda de atención muy frecuente entre las mujeres adultas mames, por lo que los terapeutas que la tratan declaran atender alrededor de ocho enfermos por mes.
La causa de esta enfermedad del aparato digestivo son trastornos emocionales, como penas o corajes que el paciente sufre en forma reiterada y que repercuten en el hígado alterando su función, según la medicina tradicional mexicana, cuyo carácter es sólo cultural.
La enfermedad se manifiesta mediante la acumulación de gases intestinales que atacan al hígado e intestino, los cuales provocan un intenso dolor en la región estomacal. El terapeuta formula el diagnóstico del derrame de bilis luego de revisar la región dolorida del enfermo, misma que se encuentra inflamada.
Los tratamientos empleados para curar el derrame de bilis consisten, en su mayor parte, en ingerir preparados de plantas medicinales, entre ellas toronjil, gordolobo, simonillo, raíz de garañona, corteza de quina negra, cuasia, cáscara de naranja y el marrubio.
Generalmente, en la preparación de los tés se emplean dos o más plantas, con excepción del marrubio, que se debe utilizar solo; la dosis recomendada es de un vaso en ayunas, durante un mínimo de tres días.
La peligrosidad del derrame de bilis es una causa frecuente de mortalidad, debido a que ataca directamente a la vesícula biliar lo que provoca al paciente fuertes dolores de corazón y le afecta al sistema circulatorio y nervioso.
Para prevenir esta afección se aconseja tomar, inmediatamente después de haber hecho un coraje fuerte, el jugo de tres limones, ya que, según los terapeutas, este preparado asienta la bilis, esto es, impide que se derrame.
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