miércoles, enero 04, 2012

Salud y tradición


Hinchazón

La hinchazón es el aumento de volumen de cualquier parte del cuerpo, según la medicina tradicional mexicana, cuyo carácter es sólo cultural.

Sus causas varían en los diferentes lugares del país: arco iris, constante contacto con el agua (frecuente en lavanderas o adultos que durante su niñez jugaban con agua), época de lluvias y calor excesivo, se mencionan en el Distrito Federal; exceso de trabajo y pegarle a uno el aire frío, en el Estado de México; golpes o infección, en Tabasco, y granos enterrados, en Puebla.

A veces, la hinchazón se acompaña de dolor, calor y enrojecimiento local. Cuando se trata de inflamación de pies o piernas por exceso de trabajo o por estar mucho tiempo parado, se trata con baños locales. En Cuernavaca, Morelos, agregan cáscaras de tomate (Physalis sp.), ceniza y sal al agua entibiada donde se remojan los pies y después se frotan con alcohol y vinagre.

En inflamaciones locales, causadas por golpes, se utilizan emplastos de diversas plantas de uso regional: en Misantla, Veracruz, de cilantro cimarrón (Eryngium foetidum), en Aguascalientes, de hierba del sapo (Eryngium heterophyllum) y en Tabasco, de llantén (Plantago sp.), belladona (Atropa belladonna) o guayaba (Psidium guajava). Estos emplastos se aplican sobre la zona afectada, cambiándolos dos o tres veces al día, en la mayoría de los casos.

Con menor frecuencia, se recomienda ingerir preparados medicinales como jarabe de calaguala, aguacate (Persea americana), miel de monte y té de nopal (Opuntia sp.) en Tabasco o macerado de romero (Rosmarinus officinalis) en vino de consagrar en los Altos de Chiapas.

En la medicina tradicional la inflamación se entiende, casi siempre, como un signo o síntoma presente en diversas enfermedades y, pocas veces, como problema en sí mismo.

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