martes, mayo 08, 2012

Salud entre los indígenas


Tratamiento maya contra el asma

El as es una afección del aparato respiratorio que causa alta demanda de atención entre los mayas, especialmente cuando ataca a la población infantil. Yerberos y parteras son los especialistas que la atienden, según la medicina tradicional mexicana, cuyo carácter es sólo cultural.

Los factores que la pueden causar se relacionan con exposición a cambios bruscos de temperatura, en especial cuando el sujeto tiene el cuerpo caliente, sale al aire frío y recibe corrientes de aire, mojarse con agua fría o por mojarse y dejar que la ropa se seque en el cuerpo. Los aires malos, como el del norte, es otra causa, al igual que una gripa o resfríos, si el paciente toma cosas heladas.

Se caracteriza por la gran cantidad de flemas que se producen y acumulan en el pecho y pulmones y generan un sonido en la garganta y pecho, semejante al maullido de un gato, calentura, tos seca, respiración agitada, cansancio y enorme agotamiento; las flemas no lo dejan comer ni tomar nada porque vomita, y en etapa avanzada, llegan a causar asfixia y muerte por ahogo o por falta de respiración.

El diagnóstico se hace con base en un interrogatorio al paciente. Mientras el enfermo explica lo que siente, el especialista observa el movimiento de costillas, boca y respiración dificultosa, le ausculta el pecho, pone el oído en la región del pulmón y si suena como si estuviera hirviendo algo, concluye que es asma. Los sacerdotes tradicionales lo santiguan para confirmar la naturaleza del mal.

Los tratamientos buscan que el enfermo expulse las flemas por la boca o las defeque y que ceda la agitación, tos y le deje de chillar la garganta, mediante tés medicinales, preparados con plantas curativas, casi siempre en mezclas, las cuales se sancochan, apartando del fuego la preparación cuando empieza a hervir; el té se da al enfermo tres veces al día, durante tres días.

Entre las plantas empleadas destacan la paay che' (Petiveria alliacea), frijolillo (Senna occidentalis), jabín (Piscidia piscipula), aguacate, orégano grueso, ciricote (Cordia dodecandra), flor de rosa concha y del ts'uruntok (Bauhinia divaricata); al preparado se le puede agregar jugo de limón y endulzar con miel.

También se emplean hojas del orégano grueso, calentadas y exprimidas en una cuchara, a cuyo jugo le añaden un poco de sal y se le da al enfermo. El orégano, achiote y maculán (Piper auritum) se pueden utilizar en forma de emplasto, que se coloca en el pecho y espalda del paciente. Durante el tratamiento debe evitar aires, bañarse con agua fría y consumir bebidas heladas; se recomienda reposar y amarrarse un trapo al cuello a manera de protección contra el aire.

Para prevenirla, cuando la persona se siente mal debe hervir el agua que va a tomar, cuidarse del aire y forrar la vivienda. El asma es más frecuente en tiempos de frío, lluvias y de vientos del norte.

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