lunes, agosto 06, 2012

Salud entre los indígenas


Nervios

El nerviosismo es un estado de intranquilidad que se manifiesta con insomnio, pérdida del apetito o ansiedad de comer, pulso acelerado, desesperación y otros trastornos ocasionales como caída del pelo, dermatitis y debilidad, según la medicina tradicional mexicana, cuyo carácter es sólo cultural.

Sus causas son cualquier situación que altere el estado emocional o anímico, como un susto, impresión fuerte, conflictos sociales o dificultades familiares, económicas y laborales.

En el ámbito popular se distingue al nervioso ocasional; es decir, quien eventualmente se pone nervioso o se le alteran los nervios, y el habitual, que de por sí es de naturaleza nerviosa y que sufre un estado de angustia crónica.

El ataque de nervios es un cuadro clínico de mayor severidad en el que la persona muestra poco control sobre sus emociones y actos; se presenta de forma repentina como respuesta a un estímulo estresante, pudiendo sobrevenir pérdida del conocimiento.

Las terapias se orientan a calmar los nervios, regularizar el sueño, apetito y combatir los trastornos. Se administran compuestos herbolarios en tisanas, como el toronjil morado (Agastache mexicana), toronjil blanco (Agastache mexicana subsp. xolocotziana), toronjil azul o chino (Dracocephalum moldavica), canela (Cinnamomum sp.), flor de manita (Chiranthodendron pentadactylon), tila (Ternstroemia sp.), azahar (flores de diversas especies de Citrus), hinojo (Foeniculum vulgare) y tumbavaquero (Ipomoea stans).

También se recomiendan baños fríos o calientes, preparados con decocciones o macerados de las plantas mencionadas y otras especies vegetales. Asimismo, se prescriben ciertos procedimientos manuales, como la sobada y el desalojo, destinados a obtener relajación muscular inmediata para disminuir la tensión que domina al paciente.

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