El latido es la pulsación de un órgano situado en el área del ombligo o en el mismo ombligo. Se trata de una burbuja de aire que pulsa fuera del lugar original.
Sus causas pueden física o emocionales. En el primer caso, se produce por un gran esfuerzo que realiza una persona que está débil, lo que provoca que los tejidos dejen un hueco y el latido pueda desplazarse; en el segundo, puede provocarlo una apuración, es decir, por pensar de manera obsesiva en algún problema o por un susto o coraje.
Los síntomas son náuseas, fuertes dolores en la región del ombligo y en el área inmediata superior. Se experimenta fuerte sensación de ansia por sentir tapada la boca del estómago y aumento de calor en la boca del estómago.
El diagnóstico se realiza mediante un interrogatorio y la palpación de las áreas cercanas al ombligo, en donde el terapeuta intenta tocar una vena, ubicada en esa región; en este caso la vena pulsa intensamente y se desplaza poco más arriba del ombligo.
El tratamiento consisten en llevarlo a su sitio original, desinflamar y quitar el calor excesivo de las zonas del estómago afectadas, mediante sobadas en la región estomacal, aplicar emplastos en la misma área y la ingesta de algún té de plantas medicinales para mejorar la digestión.
En algunos casos, se le coloca al paciente en el ombligo un emplasto que prepara con la mezcla de seis tomates de cáscara asados en el comal, una pizca de carbonato, un poco de ceniza y dos flores de rosa de Castilla que coloca en hojas de uva cimarrona; después de aplicarlo, lo amarra con una venda y lo deja seis horas. Se debe hacer una vez al día durante tres días seguidos.
Otros curanderos soban al enfermo con aceite bálsamo puesto en la palma de la mano, repetido varias veces, siempre en dirección del pecho al vientre y la toma de té de gordolobo, que ayuda a desinflamar el estómago.
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