Según Michael Castleman,en su libro “Hierbas curativas”, la equinacea puede comportarse como la interferona, sustancia química del organismo que combate los virus.
“Antes de que una célula infectada por el virus muera, libera pequeñas cantidades de interferona, la cual aumenta la habilidad de las células a su alrededor para que resistan la infección”, señala Castleman.
Indica que “quizás la equinacea hace, en esencia, lo mismo!.
Refiere que ciertos investigadores bañaron células con extracto de equinacea y después las expusieron a dos potentes virus: influenza y herpes.
Al compararse con esas células con otras que no fueron tratadas con la equinacea, sólo una pequeña proporción de aquéllas se infectó.
La equinacea puede ayudar a atacar otras enfermedades infecciosas, como la gripe, infección del tracto urinario y bronquitis.
Estas consideraciones comprueban lo que los herbolarios han dicho sobre los beneficios de la equinacia, planta no tan conocida en México a nivel general, pero sí con mucho impacto entre quienes acuden a tratamientos herbolarios para tratar algunos padecimientos.
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