Virtudes de la alcachofa
La alcachofa pertenece a la familia de las Compuestas (Compositae). Lo más destacable de su composición es una serie de sustancias (cinarina, inulina esteroles), con notables efectos fisiológicos positivos.
La cinarina: sustancia ácida con efecto colerético, es decir, con capacidad para aumentar la secreción biliar, y diurético, provoca mayor expulsión de orina.
Por ello, está indicada para todas las enfermedades funcionales y orgánicas del hígado, vesícula biliar y vías biliares, y para los derivados trastornos digestivos.
La inulina: hidrato de carbono mayoritario. Esta sustancia se metaboliza en el organismo dando lugar a unidades de fructosa, azúcar asimilable sin necesidad de insulina. Por este motivo, las alcachofas se indican en la dieta de diabéticos.
Esteroles: con capacidad para limitar la absorción del colesterol en el intestino.
Por su riqueza en fibra proporcionan sensación de saciedad y favorecen el tránsito intestinal, contribuyendo a aliviar o prevenir el estreñimiento. No obstante, como consecuencia de este alto contenido en fibra, pueden resultar flatulentas para personas con tendencia a este tipo de problemas digestivos.
La dieta de la alcachofa se considera dieta depurativa. El efecto diurético otorgado por uno de sus componentes, la cinarina, y el ligero efecto laxante que provoca el magnesio presente en esta flor hacen que resulte un alimento recomendable para eliminar líquidos y grasas del organismo.
El mineral más abundante en esta flor es el potasio, pero también destaca la alcachofa por ser una hortaliza rica en magnesio, fósforo y calcio; minerales beneficiosos para el sistema nervioso que se refuerzan por las vitamina B1, A y C.
Desde el punto de vista nutricional, debe cocinarse al vapor para conservar sus propiedades (oligoelementos y sales minerales).
Una vez cocinada, tiene que consumirse en menos de 24 horas o refrigerarse durante este tiempo. Los corazones de alcachofa cocidos pueden congelarse.
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