La soledad, estrés laboral o financiero y asuntos de salud mental (depresión y ansiedad) son las causas principales de los padecimientos que enfrenta la sociedad actual, destaca la doctora Lissa Rankin, en su libro Mind Over Medicine: Scientific Proof That You Can Heal Yourself, producto de una investigación sobre las causas que originan las enfermedades.
En él argumenta que es importante llevar una vida sana y hacer algunas modificaciones para tener mayor bienestar, pero que existen factores críticos que contribuyen a la salud y longevidad que nada tienen que ver con los hábitos alimenticios o con los vicios.
Sostiene que no es sólo la soledad la que contribuye al hecho de enfermarse o estar sano, sino también el estrés del trabajo, estrés financiero y asuntos de salud mental como depresión y ansiedad.
Una persona que se alimenta mal, fuma y nunca se ejercita, pero que disfruta de un matrimonio o noviazgo increíble, muchos amigos, trabajo satisfactorio, sentido de vida, actividad creativa, espiritualidad y vida sexual podría tener mucho mejor salud que un vegetariano, yogui y solitario que se siente miserable en otros aspectos de la vida, de acuerdo a esa investigación.
No es que este estudio sugiera que los malos hábitos y vicios sean el secreto para una vida larga y placentera, sino que recomienda que se empiece a pensar sobre la salud más allá de los confines tradicionales y las modas con las que la mayoría de las personas la definen.
Desde que los doctores empezaron a enseñarle a la gente la importancia de dejar de fumar, moderar el consumo de alcohol, llevar una dieta nutritiva basada en vegetales y a cuidar su peso, millones de personas experimentan una culpa tremenda por sus hábitos no saludables, expone.
Sin embargo, la culpa no sirve de mucho en estos casos y no ha llevado a mejoras significativas en el público en general, aunque muchas personas, y quizás cada vez más, lleven un estilo de vida medianamente saludable, otras tantas escogen no hacerlo.
Como ejemplo de ello, Rankin cuenta la historia de los inmigrantes italianos establecidos en Roseto, Pensilvania, que no llevaban un estilo de vida que se consideraría ni remotamente “sano”, pero nunca se sintieron solos, rara vez morían de problemas del corazón; la mayoría murió de viejo incluso si fumaba, se alimentaba mal y bebía.
El alivio de la soledad es medicina preventiva y los datos científicos sugieren que la soledad es un factor mucho más grave que fumar o no hacer ejercicio, precisa.
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